Un extraño cadáver flotando en el río Paraná ha disparado conjeturas más o menos fantásticas. Los expertos no se ponen de acuerdo.
Tiene manos similares a las de un humano. Puede ser un mono o un lagarto típico de la zona. Sin embargo, los vecinos de Carmen del Paraná, en Paraguay, no se animan a afirmar de qué se trata.
Los único cierto es que la falta de certezas han reavivado de inmediato la leyenda del «Chupacabras», ese enigmático ser que se dedica a atacar animales como si fuese un vampiro. Su manjar predilecto, por supuesto, son las cabras, a las que desangra hasta que mueren.
«No tengo ni idea, pero es muy feo», dijo un vecino a la televisión local. La foto del espécimen llegó rápidamente a las redes sociales, donde el término «chupacabras» pronto se hizo viral en Paraguay.
El hallazgo fue hace unos días tema en el noticiero 24 horas, del canal SNT de Paraguay, en el diario paraguayo Ultima hora e incluso llegó al blog en inglés Mysterious Universe. También ha trascendido las fronteras y ha sido noticia en el diario ABC de España, en el The Huffington Post de los EEUU y el Mirror, en Reino Unido.
Ante la evidencia de las fotos, algunos especialistas confesaron su asombro y su incapacidad para determinar a qué especie corresponde la criatura. Sus manos y sus pies son pequeños; pero sus dedos, más bien alargados.
Otros han hablado de un lagarto típico de la zona que, por su estado de descomposición, ha perdido su piel dura por esta blanca y fina. Y tiene cola, por lo que en ningún caso puede ser un humano. Se espera que la autopsia oficial pueda arrojar algo de luz sobre este sorprendente caso.
Sea como sea, no es la primera vez que alguien asegura haber visto un «chupacabras»; y seguramente tampoco será la última. Cada cierto tiempo, el hallazgo de restos de animales activa el mito, que nunca ha pasado de leyenda. Al menos hasta que se demuestre lo contrario.