La Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías identificó en su última informe la presencia de 140 millones de hectáreas afectadas por sequías en la Argentina, de las cuales más de 7 millones, catalogadas bajo la categoría de «afectación severa», se encuentran concentradas en la denominada zona núcleo agrícola.
En esta última categoría, fueron identificadas tres provincias afectadas, de acuerdo con el último informe de la Mesa Nacional de Monitoreo: Buenos Aires (44 partidos), Santa Fe (4) y Entre Ríos (5).
Respecto de las precipitaciones, en septiembre y octubre pasado «se acentuó la falta de lluvias en el centro-este del país agravando los impactos de la sequía, especialmente en la Zona Núcleo».
La denominada Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías está integrada por especialistas de instituciones nacionales que integran la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres (Red GIRCyT), entre ellas el Conicet, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional del Agua (INA) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Servicio de Hidrografía Naval (SHN).
Sus informes reflejan los niveles de alerta fijados de acuerdo con la combinación para cada región del país de diferentes indicadores y umbrales preestablecidos, todo esto en el marco de un «Protocolo Interinstitucional de Gestión de Información frente a la amenaza de Sequías Meteorológicas y Agrícolas en el territorio argentino».
En ese marco, en su último informe, que recopila información hasta octubre pasado, el análisis destacó que «el déficit acumulado de precipitación en la zona núcleo entre 2020 y 2022 es más bajo que el registrado entre 2007 y 2009, una de las más intensas sequías que haya afectado a la región».
Además, de acuerdo con informe, los índices de humedad del suelo muestran condiciones de sequía extrema en el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe.
A su vez, desde la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías explicaron que «la condición actual de los cultivos, tanto extensivos como intensivos, en el norte de Buenos Aires se encuentra afectada, de manera tal que se esperan rendimientos muy por debajo del promedio histórico, e incluso pérdidas totales y reducción del área sembrada».
En esa línea, adelantaron que resulta probable «que el trigo que se sembró en el área con sequía severa actual tenga rindes muy bajos o no se coseche y que el maíz llegue al inicio de su periodo crítico a sequía con reservas escasas o deficitarias».
«Se reporta también afectación en la actividad ganadera; es esperable que en muchos casos no se pueda sembrar y esta superficie pase eventualmente a soja o maíz tardío», concluyeron.