El colombiano firmó el 1-0 en su su tercer intento durante la primera etapa: su remate preciso rompió el River-BocaLa tercera fue la vencida. A los 11 minutos de la primera etapa, Edwin Cardona había intentado romper el Superclásico con un remate desde afuera del área, previo enganche. Lux rozó su ejecución y sacó al córner. A los 21 minutos, segunda prueba: su tiro libre también se encontró con la resistencia del arquero de River. Hasta que llegó la patada karateca de Ignacio Fernández, una nueva oportunidad de tiro libre a alrededor de 25 metros del arco. Y ahí el espíritu de Juan Román Riquelme se apropió de Cardona. El mediocampista ofensivo, de 24 años, dibujó una rosca impecable que superó la estirada de Lux y decretó el 1-0.
Cardona hundió el botín derecho a los 41 minutos de la primera etapa y su remate, o más bien la comba de su remate, buscó la última cabeza de la barrera, a la que superó con lo justo. Y la pelota viajó a la red, inexorablemente.
El colombiano llegó desde México durante el último mercado de pases con el objetivo de que Guillermo Barros Schelotto contara con otro futbolista de armado, función que usualmente ocupan Pablo Pérez y Fernando Gago (hoy lesionado). Si bien su posición en el campo es de un extremo izquierdo tirado atrás, cuando la pelota pasa por sus pies Boca gana volumen de juego. Y gol: el Superclásico puede dar fe.
Luego, en la segunda etapa, Cardona se fue injustamente expulsado: braceó para luchar una pelota ante Enzo Pérez y el árbitro Néstor Pitana interpretó que pegó un codazo: roja.