El técnico de Vélez afirmó que la fecha para el juego con Boca «es un castigo»


El entrenador de Vélez Sarsfield, Gustavo Quinte­ros, se mostró molesto por la fecha de la semifinal de la Copa Argentina con Boca que será el próximo 27 de noviembre, fuera de la fecha Fifa, y consideró que «es un castigo» para el equipo de Liniers. 
Después de lo que fue el triunfo por 1-0 ante Tigre por la fecha 21ª de la Liga Profesional de Fútbol que lo mantiene como líder abso­luto del torneo, el director técnico del Fortín se expresó sobre la fecha que se desig­nó para el partido con Boca por la segunda semifinal de la Copa Argentina.
«Lamentablemente no podemos jugar en fecha Fifa. Siento que es un cas­tigo para un equipo que viene puntero y que puede llegar a una final. No tienen en cuenta el descanso para mejores partidos y para los jugadores. Ponen partidos entre semana con muchos viajes, pero bueno, hay que jugarlos igual», expresó. 
Sobre el partido contra Tigre, Quinteros opinó: «Fue muy trabado en el primer tiempo. Lo corregimos en el entretiempo y en el segun­do tiempo ganamos espalda y el área rival. Tuvimos dos posibilidades muy claras y terminó siendo un gol en contra, creo que fue mereci­do por lo hecho». 
«El segundo tiempo fue bueno a pesar del campo que estuvo muy malo. Los jugadores necesitaban 2 controles, cuando antes qui­zás eran de primera», agregó el ex entrenador de la Selec­ción de Bolivia. 
Además, Quinteros se re­firió a las características de su plantel y al sprint final en la Liga Profesional que lo puede coronar como cam­peón: «Nosotros tenemos un plantel bueno de jugado­res con recambio de chicos muy jóvenes para poner en semifinales o final de cam­peonato. Los jugadores de experiencia que inician hay que ver si se recuperan de un partido para otro con tan poco tiempo». 
«Mientras dependamos de nosotros no vamos a pensar en los demás. Nosotros va­mos a ir partido a partido. Vamos a poner lo mejor en cada partido sea de Liga o de Copa Argentina para poder pasar a la final», concluyó Quinteros. 
PAREDES
El sueño de Boca empieza a tomar forma. El regreso del hijo pródigo ya no es una quimera y desde la Ribera la ilusión de poder concretar la vuelta de Leandro Paredes es cada vez más grande. Su presente casi sin minutos en Roma, su relación con Juan Román Riquelme y su amor por el club pueden ser fac­tores decisivos. Tenerlo para el Mundial de Clubes sería la bomba que todos los hin­chas desean. s

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