Santa Fe vive una jornada a pleno sol por segundo día consecutivo, lo que no ocurría desde hace más de 15 días y que favorece el escurrimiento del agua en zonas anegadas, aunque todavía no permite reducir la cantidad de evacuados, que sigue siendo superior a 1.800 en toda la provincia.
Santa Fe vive una jornada a pleno sol por segundo día consecutivo, lo que no ocurría desde hace más de 15 días, lo que favorece el escurrimiento del agua en zonas anegadas, aunque todavía no permite reducir la cantidad de evacuados, que sigue siendo superior a 1.800 en toda la provincia.
El río Paraná sigue bajando y ya llegó a 6,02 metros, pero por el contrario, el río Salado experimentó una leve subida y su marca de esta mañana es de 6,11 centímetros, informaron fuentes gubernamentales.
El Centro de Operaciones del Gobierno de la Ciudad indicó que particularmente en la capital provincial siguen evacuadas 214 familias (789 personas) en ocho refugios municipales, que fueron afectadas por la crecida del río Paraná, la del Salado o las lluvias
Por su parte, Seguridad Vial comunicó esta mañana que en algunos tramos de rutas de la región centro santafesina, particularmente en ruta provincial 6 y ruta provincial 70, se registran bancos de nieblas que reducen la visibilidad.
En la Autopista Rosario- Santa Fe se mantiene cortada parcialmente, a la altura de la ciudad de Coronda, mano Norte-Sur, por agua sobre la calzada.
El presidente comunal de Colonia Teresa, departamento San Javier, Santiago Vigil, expresó esta mañana a Tèlam que «se perdieron cientos de hectáreas de productores arroceros y hay complicaciones en la actividad ganadera» .
“Del arroz quedaban hectáreas por cosechar, en el caso de los productores hay uno que quedó con 800 hectáreas bajo el agua», consignó.
«En el sector ganadero, el bovino cuando tiene exceso de agua empieza a morir o tiene enfermedades. Ya no quedan campos de pastoreo, y los campos de altura están bajo agua», explicó.
Finalmente, dijo que «hay animales pastoreando en la ruta, esa es la parte que más preocupa. Llovieron más de 800 milímetros en dos semanas y la situación es caótica, muy difícil de sobrellevar».