El Sistema Riachuelo, una mega obra de infraestructura cloacal para más de cuatro millones de beneficiarios, comenzará a funcionar antes de fin de año y marcará «un hecho histórico, novedoso a nivel mundial», aseguró este martes Marcela Álvarez, directora de la obra de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) durante una recorrida por la planta en la localidad bonaerense de Dock Sud.La iniciativa es la primera ampliación del sistema troncal de cloacas que se realiza en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en más de 70 años y permitirá solucionar integralmente la capacidad de transporte de los desagües cloacales en esta área, mejorando la calidad del servicio y evitando la contaminación del Riachuelo por efluentes cloacales.
Más de 40 túneles por debajo del AMBA y el Río de la Plata componen esta obra, cuya inversión es propiciada por el Estado nacional y el Banco Mundial, y está integrada por tres lotes: el Mega Colector, la planta de pretratamiento y el Emisario.
«Vamos a quedar para la historia habiendo contribuido desde un pequeño granito de arena a la construcción de esto, con el servicio que vamos a prestar de mejor calidad, mejorando las condiciones del Riachuelo»
Marcela Álvarez, ingeniera y directora del Sistema Riachuelo de AySA, forma parte del proyecto a partir de la firma de los contratos en abril de 2014, y desde entonces trabaja para llevar adelante esta obra de «importancia fundamental por la envergadura de las obras, la inversión y por los objetivos que perseguimos», explicó en diálogo con Télam.«Por la connotación del proyecto vamos a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la cuenca y estamos propiciando la descontaminación del Riachuelo en lo que tiene que ver con los efluentes cloacales», aseguró.
Entre los 4.300.000 beneficiarios directos del proyecto hay habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y los partidos bonaerenses de Avellaneda, Esteban Echeverría, Hurlingham, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, San Martín, Tres de Febrero y Vicente López.
La obra tendrá la capacidad de incorporar, a futuro y de manera indirecta, a otro millón y medio de personas del sur del conurbano bonaerense.
En una visita a la planta de pretratamiento ubicada en Dock Sud, Télam recorrió el sitio donde se construyó el túnel subterráneo de 12 kilómetros río adentro bajo las aguas del Río de la Plata -denominado Emisario-, encargado del transporte y difusión de los efluentes.
A este lugar, que Álvarez llamó «el corazón del Sistema Riachuelo», llegarán los efluentes cloacales transportados por las tuneleras a lo largo del AMBA para realizar su tratamiento, y partir al túnel encargado de disponer en las aguas del Río de la Plata ese efluente que -en un margen máximo de cuatro horas- será autodepurado.
De esta forma, la planta recibirá un caudal de 27 centímetros cúbicos por segundo de efluentes, lo que equivale a «llenar siete estadios de fútbol por día», precisó la ingeniera.
La problemática impulsora de la obra
Su inicio reside en el río Matanza-Riachuelo, que desemboca en las aguas del Río de la Plata, junto con «la cuenca media y la cuenca baja del Matanza Riachuelo, ampliamente contaminadas por las acciones del hombre desde hace más de 200 años», aseguró Álvarez, y añadió que incluso hay referencias históricas que datan de la Asamblea del año 1813 que señalan la necesidad del saneamiento del Riachuelo.
En esta zona también se concentra más del 10% de toda la población de la Argentina, «lo cual hace que sea más emblemático el resarcimiento ambiental de toda esta cuenca», sostuvo la ingeniera, que dirige obras de saneamiento desde la década de 1990.
Dentro del área de concesión de AySA se encuentran tres cloacas máximas, siendo la más antigua la inaugurada hace 120 años y la más moderna hace 75, motivo por el cual «frente al crecimiento demográfico de estas áreas y al tener AySA cada vez más áreas de concesión, estas cloacas están trabajando sobrecargadas en su capacidad».
Los pluviales también se ven afectados por «conexionados clandestinos y funcionamientos anómalos», que contaminan de manera directa el Riachuelo el transportar efluentes cloacales, cuando en realidad se debería recibir solo el agua de lluvia.
Por este motivo, «era necesario resolver esta problemática con infraestructura básica estructural, a través de un sistema completo que permita un trasvase de caudal entre las cuencas», agregó la experta sobre la obra enmarcada en el Plan de Saneamiento Ambiental (PISA).
Sobre la obra
Durante la recorrida de la planta de pretratamiento en Dock Sud, trabajadores y trabajadoras de la construcción hacen frente al húmedo viento que sopla constantemente en el predio para llevar cabo sus tareas en la obra, con condiciones meteorológicas muchas veces adversas e impredecibles.
En el lugar también se observa la desembocadura de los imponentes túneles de más de 30 metros de profundidad, que se conectarán con el emisario para el transporte continuo de los efluentes hacia el río a partir de una gran planta de bombeo.
La construcción de los túneles, realizados por una máquina que excava y al mismo tiempo que coloca su revestimiento -de hormigón- forma parte de un conjunto de «obras muy críticas porque tuvimos que intervenir en estas cloacas máximas en un estado muy sobrecargado y poder hacer maniobras operativas para que los cortes fueran con total seguridad y prácticamente sin afectación a la prestación del servicio», explicó Álvarez sobre la magnitud de la obra.
En tanto, el proyecto fue realizado con maquinarias originarias de más de 20 países, «la mayoría de México, Alemania, China y Finlandia. Las tres tuneleras son alemanas», ejemplificó Daniela Fonsfria, ingeniera industrial que forma parte del equipo de Álvarez desde 2017.
«Vamos a quedar para la historia habiendo contribuido desde un pequeño granito de arena a la construcción de esto, con el servicio que vamos a prestar de mejor calidad, mejorando las condiciones del Riachuelo», señaló Fonsfria.
Luego enfatizó el «haber dado empleo a un montón de gente», más de 1.500 trabajadores y trabajadoras que se emplearon de manera directa, y que «para ellos también es un orgullo».
Al día de hoy, el túnel emisario se encuentra lleno con agua del Río de la Plata a la espera de comenzar a recibir los efluentes, y se estima que el proyecto comenzará a estar operativo «antes de fin de año», indicó Álvarez.
«Esta realización es un hecho histórico, novedoso y con trascendencia a nivel mundial», remarcó -con emoción- la especialista en saneamiento rodeada por su equipo compuesto mayoritariamente por mujeres.
«El objetivo de AySA es llegar a la universalización del servicio, que todos los habitantes del área de concesión tengan servicios regularizados de agua y cloacas, ya que brindar servicios de agua es un derecho, salud y vida», concluyó.