¿El presidente Emmanuel Macron quiere tener un papa francés?


Cuando el Cónclave está por comenzar en la Capilla Sixtina, Francia estaría interfiriendo demasiado para conseguir un papá francés y reformista. El presidente Emmanuel Macron se olvidó de la laicidad a la francesa e invitó a almorzar y a comer a su embajada en Roma, durante las ceremonias del funeral del Papa Francisco, a los cuatro cardenales franceses que participarán en la elección del Papa.

Entre ellos, estaba uno de los que podría ser parte del grupo de «Papabiles”: Jean-Marc Aveline, el arzobispo de Marsella, hijo de un trabajador ferroviario y quien consiguió que el papa Francisco visitara esa ciudad fenicia y multicultural del sur de Francia.

¿Candidato gracias a Macron?

¿Jean-Marc Aveline se convertirá en papa gracias a Emmanuel Macron? Según varios periódicos conservadores italianos, el presidente está intentando inclinar la balanza a favor del arzobispo de Marsella.

La prensa italiana cuestiona en particular el almuerzo y la cena organizados por el presidente francés en Roma. La primera tuvo lugar en Villa Bonaparte, con los cardenales electores franceses: Philippe Barbarin, Christophe Pierre, François-Xavier Bustillo y Jean-Marc Aveline, según Libero. Según Il Tempo, Emmanuel Macron habría buscado crear un consenso en torno a Aveline durante este almuerzo.

Según el diario francés Le Parisien, el presidente había cenado el día anterior con Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de Sant’Egidio, cercano al papa que acababa de morir. La laica Francia en medio de la «rosca» vaticana por el trono de Pedro.

«Quiere entrar por la ventana de la Capilla Sixtina» sugieren los periódicos en Italia.

Este papel desempeñado por Macron no es del agrado de la prensa conservadora italiana. «Macron quiere incluso elegir al Papa», titulaba el diario La Verità del martes 29 de abril, y «Macron incluso se inserta en el cónclave», afirmaba Libero el mismo día. Il Tempo va aún más allá al cuestionar «el intervencionismo de Macron como el nuevo Rey Sol».

¿Por qué un cardenal de Marsella?

¿Por qué el presidente francés querría elegir a Jean-Marc Aveline? Según ellos, el motivo es bastante lógico: recuperar peso en el panorama internacional.

El cardenal Jean-Marc Aveline, en primer plano, camina por el centro de Roma. Foto AP

La prensa italiana también mencionó el «antagonismo personal» de Macron con Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros italiano.

Según estos periódicos conservadores, la Comunidad de Sant’Egidio ya ha elegido un candidato: José Tolentino de Mendona. Sin embargo, Jean-Marc Aveline podría beneficiarse del apoyo de muchos cardenales en el cónclave. Según Il Tempo, la candidatura del arzobispo de Marsella es la «que conoce el mayor crecimiento en los encuentros romanos entre electores y no electores».

Son 133 cardenales electores los que participarán en el cónclave. Libero dijo que el presidente «debería preguntarse si hizo bien sus cálculos». Describió a Jean-Marc Aveline como «progresista, pro-inmigrante y que no habla italiano». Según los medios de comunicación: «La experiencia reciente demuestra que cuanto más intenta uno ponerse en el centro del escenario, más se aleja de él».

El entorno del jefe de Estado, sin embargo, niega cualquier intento de Emmanuel Macron de influir en el cónclave: «Son acusaciones infundadas. El presidente de la República no actúa así. El Vaticano merece algo mejor».

En cualquier caso, el cónclave deberá reunirse a partir del 7 de mayo, a puertas cerradas, para elegir al Papa.

El papa Francisco escucha un discurso del cardenal Jean-Marc Aveline en la Basílica de Notre Dame de la Garde, durante una oración mariana con el clero diocesano, en Marsella, Francia, el viernes 22 de septiembre de 2023. Foto APEl papa Francisco escucha un discurso del cardenal Jean-Marc Aveline en la Basílica de Notre Dame de la Garde, durante una oración mariana con el clero diocesano, en Marsella, Francia, el viernes 22 de septiembre de 2023. Foto AP

El cardenal Jean Marc Aveline dio una misa en Roma esta semana.

Este miércoles 7 de mayo, 133 cardenales menores de 80 años, llegados a Roma desde todo el mundo, se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Francisco. ¿Podría elevarse humo blanco en el cielo italiano por un Papa francés?

La última vez fue hace 700 años: Pierre Roger de Beaufort, un noble de Limoges, se convirtió en Gregorio XI, el 201º Papa, elegido por unanimidad por los cardenales en 1370.

“Cualquier cardenal puede ser elegido. Ningún candidato parece imponerse, a diferencia de la elección de Benedicto XVI, donde se alcanzó fácilmente un consenso”, recuerda Vincent Jordy, arzobispo de Tours, vicepresidente de la Conferencia de Obispos de Francia (CEF), presidida recientemente por Jean-Marc Aveline. Él, como todos los observadores, dice que con una mesa tan abierta, un francés tiene una oportunidad.

Entre los cardenales franceses se encuentran Aveline, pero también François-Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio, el favorito de los nuevos medios. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, Philippe Barbarin, ex arzobispo de Lyon, que dimitió tras un caso de abusos sexuales que se le acusa de encubrir y Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica en el Vaticano, una especie de Ministerio de Justicia.

“En realidad, solo los dos primeros pueden tener ambiciones, especialmente Aveline. Ciertamente, aunque ha logrado forjarse una buena reputación en el Vaticano, en particular firmando un libro sobre la vocación sacerdotal que Francisco distribuyó a los sacerdotes romanos, François-Xavier Bustillo es un poco joven (56 años) y quizás demasiado mediático”, opina Martin Dumont, historiador especializado en catolicismo.

El mismo análisis hace Marco Politi, uno de los mayores expertos italianos en el Vaticano, quien se cuida de no hacer una predicción precisa. “Aveline es un cardenal de renombre internacional. Trajo al Papa a Francia (a Marsella en septiembre de 2023) y las imágenes de la misa en el Vélodrome dieron la vuelta al mundo. Su labor en el Mediterráneo, con los prelados de estas zonas tan queridas por Francisco, lo hizo brillar en una región donde la Iglesia es muy dinámica”, explica el especialista.

En estos momentos, en Roma, Aveline está jugando oficialmente la carta del «retiro espiritual» con los periodistas, negándose a conceder entrevistas «en persona».

Entre sus compañeros electores, «la historia es distinta», se ríe Marco Politi.

¿Qué impacto podría tener un Papa francés en Francia?

«Habría un orgullo legítimo en decir: “Uno de nosotros ha sido elegido para el trono de San Pedro», considera Mons. Vincent Jordy, quien también ve la oportunidad de «devolver un buen lugar» a la vieja Europa, después de doce años de un pontificado en el que Francisco prefirió destacar las «periferias», las regiones geográficas y socialmente alejadas de los países ricos.

No es seguro, añade el prelado, que esto lleve al afortunado ganador a multiplicar sus viajes apostólicos a su país de origen. «Francisco no hizo ningún viaje a Argentina», recuerda el vicepresidente del CEF.

El Cardenal Aveline no podrá vivir sin su Marsella.

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