El plan que reemplazó al Potenciar Trabajo sostiene a 636.748 inscriptos


Según datos oficiales del Gobierno, en los primeros cinco meses de gestión de Javier Milei se perdieron 80.000 puestos de trabajo. Las estimaciones

privadas son más pesimistas. Sin embargo, en el Ministerio de Trabajo, el secretario del área, Julio Cordero, no disimula su optimismo de cara a lo que viene y en particular para insertar a los 1.012.357 beneficiarios del programa Volver al Trabajo (VAT) en el mercado laboral.
Se trata del universo que hasta marzo integraba el Potenciar Trabajo y que pasó de la Secretaría de Niñez y Familia a la Subsecretaría de Empleo. Las organizaciones sociales -que administraron el programa durante la anterior gestión- hablan de desfinanciamiento y fracaso anunciado.
Milei mantuvo el congelamiento sobre el universo de beneficiarios que Alberto Fernández ordenó al final de su mandato, después de duplicar a los beneficiarios de los planes que dependían de Desarrollo Social. Los 200.000 ex beneficiarios del Potenciar que no pasaron a Trabajo quedaron dentro la Secretaría de Niñez y Familia en el Programa de Acompañamiento Social (PAS). Todos ellos tienen más de 50 años o son madres de 4 hijos menores de edad o más.
El Gobierno no solo cambió el paraguas institucional del principal programa de transferencia directa condicionada, una constante desde 2002, también modificó las reglas de juego para los beneficiarios del VAT, que tienen entre 18 y 49 años y ya no están obligados a realizar una contraprestación laboral. «Pueden quedarse en sus casas sin trabajar, si así lo desearan, por los próximos dos años (…)», explicó Cordero.
Con el Potenciar y sus variantes anteriores: Hacemos Futuro, Argentina Trabaja, etc., los trabajadores informales que percibían un salario social complementario debían brindar una contraprestación de 4 horas, que podía ser en una unidad de gestión -una cooperativa de empleo- o para completar estudios. Ahora no deben cumplir con ninguno de esos requisitos, al menos por 24 meses.
El Gobierno congeló y desenganchó el salario social que perciben ($78.000) del salario mínimo vital y móvil ($234.000), que antes representaba la mitad del haber mínimo. Por otro lado, el Gobierno elevó el tope de ingreso para permanecer dentro del programa: de dos salarios mínimo a tres. «El Potenciar funcionaba como un ingreso universal. Era algo que congelaba a las personas donde estaban por generaciones. El que estaba en un lugar con mucha pobreza, se quedó ahí. Y el que conseguía trabajo perdía el plan y eso estimulaba el trabajo informal», afirmó Cordero.
Cordero y la flamante subsecretaria de Empleo, Eugenia Cortona, apuestan a potenciar los cursos de formación y los convenios con grandes compañías locales o multinacionales. Cadenas de café o de estaciones de servicio ya acordaron incorporar empleados que hoy frecuentan el programa. 
Los convenios en cuestión se publicitan en el «Portal Empleo» que depende del Ministerio de Capital Humano. Los responsables del área sostienen que, aunque no están obligados a visitar el sitio o registrarse, en poco más 45 días de funcionamiento ya se registraron de manera voluntaria 636.748 personas.
 

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