Después de 11 años consecutivos disputando el main draw, el argentino se prepara para ser parte de un certamen donde supo vivir algunos de los mejores momentos de su carrera al llegar hasta los cuartos de final en 2017 y 2019, cuando cayó frente a los españoles Pablo Carreño Busta y Rafael Nadal, respectivamente.
La oportunidad le llega tras anunciar su retiro del tenis, proyectado para el Argentina Open que se disputará en febrero de 2025, en Buenos Aires. El año pasado, Diego cayó en la primera ronda, en tres sets, contra el francés Arthur Rinderknech sin imaginarse que esta temporada no podría pasar la fases clasificatorias en Australia, Roland Garros y Wimbledon.
A la espera del sorteo que le deparará su rival en la primera ronda del toeneo, el Peque vuelve a un certamen donde hace 10 años logró meterse por primera vez al cuadro principal pero con tanta mala fortuna que allí lo esperaba el serbio Novak Djokovic.
En el 2015 perdió con Nadal en segunda ronda y en 2016 le tocó decir adiós otra vez en su primer partido, enfrentando a Juan Martín del Potro, campeón en 2009.
Caer con esos tres monstruos fue la antesala para una de sus mejores actuaciones, en 2017, cuando cayó en cuartos de final frente a Carreño Busta luego de pasar, entre otros, a Marin Cilic, que por entonces era 5 del mundo.
En 2019, antes de caer con Nadal en cuartos, se dio el gusto de ganarle a otro top ten, nada menos que al alemán Alexander Zverev, que por aquellos días ocupaba el sexto lugar del ranking ATP.
La última gran actuación y a la vez decepción de Schwartzman fue en 2021, cuando era 11 del mundo, y tras llegar a los octavos de final le tocó caer frente al neerlandés Botic van de Zandschulp, que provenía de la clasificación.
En esta oportunidad, el porteño se metió al cuadro principal tras dejar en el camino al italiano Andrea Pellegrino, el argentino Thiago Tirante y al lituano Gaubas, contando con el aliento de todo el público estadounidense, entre ellos su amigo, el popular comediante Ben Stiller.