Nicko Sensoli, de apenas 19 años, fue el encargado de convertir el gol del partido que destrabó la maldición en el Stadio Olimpico di Serravalle. Fue a los 52 minutos tras una falla defensiva: un centro al área fue bajado por un defensor pero quien marcaba al joven que milita en la Serie D no completó el rechazo y el arquero salió antes dejando el arco desprotegido.
El último y único triunfo de San Marino en su historia había sido el 28 de abril de 2004, cuando le ganó por el mismo resultado al mismo rival. Sensoli, el héroe que pasará a la posteridad, todavía no había nacido.
¿Nace una paternidad? Lo concreto es que los casi 36 mil sanmarinenses, que se reparten en los los 61,2 kilómetros cuadrados de superficie encerrados por Italia, pueden ir a festejar tranquilos al Palazzo Pubblico. El hechizo llegó a su final.
Y lo festejaron como si fuera la final del Mundial. Dante Rossi, argentino de nacimiento y el más experimentado del equipo con sus 37 años, pidió la hora después de que Liechtenstein, la segunda peor selección de Europa, dilapidara la última chance con un cabezazo que se fue pegado al palo del arco defendido por Edoardo Colombo. Después fue todo festejo. Una montonera para celebrar un hito.
Este segundo triunfo se suma a los nueves empates que pudo cosechar a lo largo de su historia. Los otros hitos… Fueron dos pardas contra Liechtenstein (en un amistoso y en otra Liga de Naciones), dos en Eliminatorias Mundialistas (Turquía y Letonia), uno en Eliminatorias para la Eurocopa (Estonia) y también había igualado contra Gibraltar, Seychelles (fue su primer empate contra una selección de otro continente), Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves.
Además, este triunfo es el primero en un partido oficial después de 177 intentos, ya que aquella única victoria del 28 de abril de 2004 contra Liechtenstein por 1-0 había sido en un amistoso presenciado por apenas 700 personas.
La historia que arrancó en torneos oficiales UEFA y FIFA en 1990, hace ya 34 años, con un decoroso 0-4 ante Suiza, en Berna, incluye jornadas tristemente célebres, como la del 0-13 frente a Alemania, en el humilde estadio Olímpico de Serravalle, con capacidad para 6.664 espectadores; un 0-10 ante Polonia en 2009, rumbo al Mundial 2010; y un 0-11 contra Países Bajos, rumbo a la Euro 2012.
Desde 2004, en tanto, pasaron 141 partidos consecutivos sin ganar, por lo que San Marino cortó la racha más prolongada en toda la historia del fútbol de selecciones. Ahora, ese récord lo heredó su rival de este jueves, que ya suma cuatro años y 40 partidos al hilo sin ganar.