Se espera que León XIV haga hincapié, como ya lo hizo desde el martes, cuando se inició el evento más multitudinario del Año Santo 2025, el Jubileo de la Juventud, en la exaltación de la paz en el mundo y la condena de las guerras.
Los jóvenes de 146 países, entre los 18 y 35 años, estacionan en la extensa área de cien hectáreas, tratando de no perder contacto visual con un imponente altar de madera de 1400 metros cuadrados instalado junto a miles de sacerdotes, obispos y religiosos.
Muchos de estos chicos y chicas en parte comenzaron a arribar anoche, para levantarse muy temprano y entrar a las nueve de la mañana, cuando se liberaron los accesos.
También han sido instaladas pantallas gigantes para seguir el diálogo de esta noche del pontífice con ellos, y de mañana durante la misa final.
En el lugar se levanta la gran “Vela” del escultor español Santiago Calatrava, que originalmente debía inaugurar unas olimpíadas mundiales de natación en Roma. El proyecto fue abandonado, pero para la ocasión del Jubileo de la Juventud en el Año Santo 2025, la obra ha sido finalizada.
Las autoridades han convocado 12 mil personas desplegadas entre policías y gentes de la protección. También es grande el despliegue con diez grandes centros de atención médica, dotados de ambulancias y otros equipos de salud.
Como hicieron durante toda la semana, los peregrinos juveniles llevan las banderas de sus países y de organizaciones católicas. Charlando con ellos, todos exaltan el valor de la amistad. “Estamos con nuestros amigos y hemos hecho nuevos amigos. Es fantástico”, dijo una joven española que vino acompañada por 27 mil compatriotas. También los jóvenes argentinos están presentes.
Está previsto que bandas musicales y grupos artísticos animen el ambiente desde las cuatro de la tarde hasta las ocho, la hora prevista para el arribo del Papa desde el cielo, gracias a un helicóptero.