El Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro llevó años dándole vueltas a «Vivir», la historia filmada en 1952 por Akira Kurosawa que el autor británico de origen japonés ha trasladado ahora a Londres mezclando sus dos identidades en «Living», un film que aspira al Oscar por mejor guion adaptado.«Ikiru», tal el título original de «Vivir», es un clásico del cine japonés sobre un burócrata enfermo de cáncer que se dispone encontrar un sentido a su vida rutinaria. Es, en palabras de su autor, un cuento lleno de «paralelismos entre la cultura japonesa e inglesa, en especial en la década de 1950, cuando ambos países se estaban reconstruyendo de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial».
El escritor, quien fue autor del guion del multipremiado film «Lo que queda del día», se empeñó en revisar el clásico de Kurosawa para darlo a conocer a las nuevas generaciones. Así, se puso en contacto con un amigo productor de cine, Stephen Woolley, y le presentó el proyecto.
«Wolley me propuso que escribiese el guion y acepté, pero con la condición de que si no funcionaba lo dejaría porque no soy un experto», aseguró Ishiguro en una entrevista reciente con el diario español La Vanguardia.
El resultado de este vínculo creativo es «Living», la película protagonizada por Bill Nighy y favorita para llevarse el Oscar al mejor guion adaptado a cargo de Ishiguro.
El film se concentra en el señor Williams, un funcionario londinense que se da cuenta de que no ha logrado nada en su vida y decide colaborar con un grupo de amas de casa que por años le suplicaron que les ayudara a construir un parque infantil para sus hijos.
Confrontado a su propia mortalidad e incapaz de expresar sus sentimientos a su familia, el funcionario londinense finalmente decide colaborar con un grupo de amas de casa que por años le suplicaron que las ayudara a construir un parque infantil para sus hijos.
¿Cómo llegó esta historia a cautivar al autor de «Los inconsolables» y «Nunca me abandones»? «Cuando era estudiante programaban «Vivir» en las salas de arte y ensayo. Fue un impacto en mi vida, porque el mensaje era muy diferente al de las películas de Hollywood. Viendo esta película comprendí que aunque seas una persona sin importancia puedes contribuir a la mejora de la humanidad. Nadie va a aplaudir esos méritos menores, no te los van a reconocer porque la mayoría de las veces son una experiencia solitaria, pero no por eso dejan de ser importantes», explicó el escritor en la entrevista con La Vanguardia.
El novelista y cinéfilo británico nacido en Japón, de 68 años, comenzó a imaginar una nueva versión de la obra maestra de Kurosawa, ambientada como el original en la década de 1950, pero trasplantada a Londres.
«Soy una de esas personas terribles que se acercan a los cineastas y les dicen ‘Miren, aquí hay una gran idea para una película, por favor vayan y háganla y avísenme cuando la hayan hecho'», bromeó Ishiguro en declaraciones que cita la agencia de noticias AFP.
La película trata sobre cómo, con esfuerzo, «incluso si tienes una vida pequeña y sofocante, puedes encontrar algo (…) que la vuelva magnífica, de la que puedas estar orgulloso -sostuvo Ishiguro-. ‘Living’ también es una metáfora de la vida moderna, en particular, una advertencia sobre la sensación de desapego que muchas personas sienten en sus trabajos hoy en día».
«Ya no poder conectar la contribución que haces en el trabajo con nada en el mundo real (…) Ni siquiera sabes cómo se conecta con un tipo al final del pasillo de tu oficina», dijo el escritor.
Ishiguro ha abordado temas similares en «Lo que queda del día», una novela ganadora del premio Booker sobre un mayordomo demasiado estoico y abnegado en una casa solariega inglesa, que reflexiona con nostalgia sobre su vida pasada.
Ese libro se convirtió en una película nominada al Premio de la Academia, dirigida por James Ivory y protagonizada por Anthony Hopkins y Emma Thompson.