Durante tres horas y bajo la convocatoria del presidente Emmanuel Macron, los líderes de Alemania, Italia, Polonia, España, los Países Bajos, Dinamarca, la Unión Europea y el jefe de la OTAN, Mark Rutte, debatieron y se diferenciaron ante una propuesta de Sir Keir Starmer, el primer ministro británico, que propuso enviar tropas de paz a Ucrania si la paz progresaba. Una idea que no entusiasmo a todos.
Ursula von der Layen, la presidenta europea, quiso conciliar las diferencias. “Hoy en París hemos reafirmado que Ucrania merece la paz a través de la fuerza. Una paz que respete su independencia, su integridad territorial y que cuente con fuertes garantías de seguridad. Europa aporta la parte que le corresponde en materia de asistencia militar a Ucrania. Al mismo tiempo, necesitamos un aumento de la defensa en Europa”, dijo.
El secretario general de la OTAN, el ex premier holandés Mark Rutte, dijo que «Europa está dispuesta y tiene la voluntad de fortalecerse, de tomar la iniciativa para ofrecer garantías de seguridad a Ucrania», afirmó.
La realidad es que nunca hubo mayor debilidad militar europea desde el fin de la Guerra Fría y Putin, con sus 300.000 muertos en Ucrania, su perdida de tanques de infantería, su arsenal nuclear anticuado, solo puede apelar al terrorismo o a la guerra hibrida o cibernética actualmente, según los especialistas en estrategia.
Alemania se desmarca
A una semana de las elecciones en Alemania, el canciller alemán, Olaf Scholz, consideró «muy inapropiado» debatir ahora el envío de tropas a Ucrania. La discusión en esta etapa «es totalmente prematura y no es el momento adecuado para llevarla a cabo», dijo Scholz, diciendo que estaba «un poco irritado por este debate», después de una reunión de crisis en París destinada a mostrar una postura común de los países europeos sobre Ucrania.
También afirmó en la embajada alemana que no quería una “paz impuesta a Ucrania”, tras una reunión entre los líderes europeos en el Elíseo. “Ucrania no puede aceptar bajo ninguna condición todo lo que se le presenta”, insistió.
«Ucrania puede tener confianza en nosotros», prometió, afirmando que los europeos «seguirán apoyando» a Kiev. “No puede haber separación de responsabilidades entre Estados Unidos y Europa. La OTAN se trata de actuar juntos”, añadió.
El primer ministro británico, que irá a ver a Donald Trump a Washington la próxima semana y le gustaría desempeñar un papel de facilitador entre Estados Unidos y los europeos, dijo el domingo que estaba dispuesto a enviar tropas a Ucrania «si fuera necesario» para «contribuir a las garantías de seguridad». Suecia también dijo el lunes que «no descarta» tal despliegue, en caso de «una paz justa y duradera».
Starmer dijo este lunes que quería que el Reino Unido y «todos los aliados europeos intensificaran» la financiación y la formación para defender a Ucrania.
Hablando después de la cumbre, dijo: «Europa debe desempeñar su papel. Estoy dispuesto a considerar la posibilidad de comprometer fuerzas británicas en el terreno junto con otras si hay un acuerdo de paz duradero”. Pero debe haber un respaldo estadounidense porque una garantía de seguridad estadounidense es la única forma de disuadir eficazmente a Rusia de atacar a Ucrania de nuevo.
«Así que iré a Washington la semana que viene para reunirme con el presidente Trump y discutir lo que consideramos los elementos clave de una paz duradera».
Starmer aseguró que la cuestión clave es “mantener el principio de paz a través de la fuerza” “asegurándose de que Ucrania esté en la posición más fuerte posible”. Advirtió enfáticamente contra pensar que el inicio de las conversaciones de paz podría llevar a una reducción del apoyo a Ucrania.
“Necesitamos acelerar el proceso”, dijo. Añadió que es la única forma de asegurar un “acuerdo duradero, duradero y justo que asegure la soberanía de Ucrania”.
“Tenemos que reconocer la nueva era, no aferrarnos desesperanzadamente al pasado”, alertó Starmer. Repitió que está preparado para considerar el compromiso de fuerzas británicas sobre el terreno junto con otras. “No solo está en juego el futuro de Ucrania. Es una cuestión existencial para Europa en su conjunto” y un “momento único en una generación de seguridad colectiva de nuestro continente” aseguró. “Solo una paz duradera en Ucrania que salvaguarde su soberanía disuadirá a Putin de una mayor agresión”, alertó Starmer.
Las diferencias
La danesa Mette Frederiksen advirtió específicamente contra un alto el fuego que no sería duradero en Ucrania y simplemente daría tiempo a Rusia para reagruparse y atacar a Ucrania u otro país europeo.
“Rusia está amenazando a toda Europa ahora, por desgracia”, dijo, añadiendo que no hay ninguna señal de que Rusia quiera la paz. También dijo que no se puede llegar a un acuerdo de paz duradero sin la participación directa de Ucrania en las conversaciones. Para ella los líderes europeos deberían centrarse en lo que pueden hacer en respuesta a las conversaciones de EE.UU. con Rusia.
“Lo más importante aquí y ahora es que los ucranianos obtengan más de lo que necesitan para que no pierdan esta guerra y para que estén en la mejor posición posible”, declaró.
Estaba en la cumbre el primer ministro polaco, Donald Tusk. Polonia puede desempeñar un papel activo en la ayuda a Ucrania, pero no hay despliegue de tropas, aclaró Tusk.
“Polonia y los países del flanco oriental están en cierto sentido en la línea del frente, haciendo frontera con Rusia, Bielorrusia y Ucrania desgarrada por la guerra. Cuando se trata de Polonia, los países bálticos, necesitamos inversión europea y aliada en nuestra seguridad”, analizó. Si estos países “no están seguros, si no cuentan con el apoyo de toda la alianza, no podrán ayudar eficazmente a Ucrania”, afirmó.
El enviado especial de Donald Trump para Ucrania, Keith Kellogg, aseguró este lunes en Bruselas que Estados Unidos no impondrá a Kiev un acuerdo para poner fin a la guerra. Se espera que Keith Kellogg, que visitó la sede de la OTAN en Bruselas este lunes, esté en Ucrania el miércoles para una visita de tres días ,durante la cual se reunirá con el presidente ucraniano Volodimyr Zelenski.
Este viaje se producirá después de que Estados Unidos y Rusia se reúnan el martes en Riad para un primer contacto de alto nivel desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, en ausencia de funcionarios europeos.
Estados Unidos no ve la reunión del martes en Riad con una delegación rusa como el inicio de una «negociación» sobre Ucrania, sino como una continuación de la conversación telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin, según el Departamento de Estado estadounidense.