Según se pudo ver en diferentes imágenes difundidas por los medios y las redes sociales, una multitud se acercó a las rutas para ver pasar el cortejo. Además, en la conocida como Plaza de los Rehenes, en el centro de Tel Aviv, decenas de personas acudieron a seguir en directo la retransmisión del funeral, algunos vestidos de naranja o con globos del mismo color en referencia al color del pelo de los dos hijos del matrimonio Bibas.
Todo ello, con una gran cantidad de banderas de Israel y fotos de los tres integrantes de la familia asesinados en Gaza.
En el funeral, realizado a metros de la Franja, se vivió quizás el momento más fuerte y emotivo. El israelí Yarden Bibas, padre de los dos pequeños y esposo de Shiri, dio un doloroso discurso en el que les habló a uno por uno y les pidió disculpas por no haberlos podido salvarlos.
Al primero que se dirigió fue a su hijo mayor, de 4 años, al que le imploró que lo perdone. «Ariel, espero que no estés enfadado conmigo por no protegerte adecuadamente y por no estar ahí para ti. Espero que sepas que he pensado en ti todos los días, cada minuto», dijo Yarden durante el entierro cerca del kibutz Nir Oz, a pocos kilómetros de Gaza.
«Espero que estés disfrutando del paraíso. Estoy seguro de que estás haciendo reír a todos los ángeles con tus bromas tontas e imitaciones. Espero que haya muchas mariposas para que las observes, tal como lo hacías durante nuestros picnics», continuó Yarden.
Aludiendo a su mujer, Shiri, de orígenes argentinos y peruanos, su marido dijo que la amará siempre y recordó la última decisión que tomaron juntos: «En el búnker, pregunté si debíamos luchar o rendirnos. Dijiste luchar, así que luché«, rememoró.
Sobre Kfir, que tenía nueve meses cuando fue secuestrado, Yarden, que llevaba una kipá naranja, del color del pelo de su mujer e hijos, dijo que extrañaba mordisquearle y escuchar su risa, así como sus juegos matutinos antes de ir a trabajar. «¡Apreciaba tanto esos pequeños momentos y ahora los extraño más que nunca!«, explicó.
Al funeral en el sur de Israel acudieron cientos de personas a petición de la familia, mientras que miles de israelíes se congregaron a lo largo de las calles en el norte del país, por donde circuló un cortejo funerario en muestra de apoyo.
«Te prometo, como le prometí a mamá y papá, que los monstruos más allá de la cerca no tendrán éxito en su misión. No nos derrotarán, no nos destruirán», cerró Yarden.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió un minuto de silencio por los Bibas al acudir al juzgado esta mañana para testificar en su juicio por corrupción, recogió el medio israelí Haaretz. Además, el presidente de Israel, Isaac Herzog, iluminó de naranja su residencia en Jerusalén en recuerdo a Shiri y los dos pequeños.
El marido de Shiri y padre de los niños, Yarden Bibas, fue liberado con vida el pasado 1 de febrero, en el cuarto canje de rehenes israelíes por presos palestinos en cárceles de Israel del alto el fuego en Gaza.
Tras la entrega de los cuerpos de los dos pequeños, el pasado jueves, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, dijo que los milicianos gazatíes mataron a Ariel y Kfir «con sus propias manos», aludiendo al informe forense elaborado por Israel, que no se ha hecho público. El cuerpo de Shiri fue entregado el viernes. Hamás ya dijo en noviembre de 2023 que tanto los menores como su madre habían muerto en un ataque aéreo israelí contra la Franja de Gaza, una afirmación de la que no presentó pruebas y es refutada por el gobierno israelí.