El ministro del Interior, Ihor Klymenko, precisó que los datos eran preliminares y que la cifra de víctimas podía aumentar, mientras equipos de rescate trabajaban intensamente para sacar a personas atrapadas entre los escombros.
Más tarde, Zelenski confirmó que la cantidad de muertos ascendía a ocho. “Otro ataque masivo contra nuestras ciudades y comunidades. Más muertes”, escribió el mandatario en la red social X, acusando a Rusia de despreciar el proceso de paz al “elegir la opción balística en lugar de la mesa de negociaciones” para poner fin a un conflicto de más de tres años y medio.
El jefe de la administración militar de la ciudad de Kiev, Timur Tkachenko, fue el encargado de dar la lamentable noticia de que la cifra de víctimas había aumentado. «El número de personas muertas como resultado del ataque enemigo ha subido a 12. Por desgracia, entre ellos hay tres niños de 2, 17 y 14 años», escribió en Telegram.
Por su parte, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, afirmó en declaraciones televisivas citadas por la agencia Ukrinform que aproximadamente 50 personas han sido heridas, de las que 40 han sido hospitalizadas para recibir tratamiento.
Rusia desplegó drones señuelo, misiles de crucero y misiles balísticos, detalló Tymur Tkachenko, jefe de la administración de la ciudad de Kiev.
«Todo está destruido», afirmó. Al menos 20 objetivos en siete distritos de la capital fueron alcanzados, y casi 100 edificios resultaron dañados, incluido un centro comercial en pleno corazón de la ciudad.
Un edificio residencial de cinco pisos en el barrio Darnytskyi recibió un impacto directo. El humo se elevaba y un olor acre a material quemado flotaba en el aire mientras los bomberos trabajaban para controlar el incendio. En el centro, uno de los ataques dejó una arteria principal cubierta de vidrios rotos.
En medio de la devastación, los socorristas buscaban sobrevivientes y retiraban cuerpos. Multitudes de vecinos se agolpaban, esperando que sus familiares fueran rescatados de los escombros. Los cuerpos, envueltos en bolsas negras, fueron colocados a un costado del edificio.
Fue una de las pocas ocasiones en que los ataques rusos alcanzaron el corazón de Kiev desde el inicio de la invasión a gran escala. Los vecinos limpiaban escombros y vidrios de los edificios dañados mientras se percibía la magnitud del ataque.
Este ataque del jueves constituye el primer gran operativo combinado de drones y misiles rusos contra Kiev desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con Putin en Alaska a principios de este mes para dialogar sobre el fin de la guerra de tres años en Ucrania.
Aunque aquel esfuerzo diplomático pareció dar un impulso inicial a la búsqueda de la paz, se conocen muy pocos detalles sobre los próximos pasos. Zelenski espera sanciones más duras de Estados Unidos para paralizar la economía rusa en caso de que Putin no demuestre un compromiso real de poner fin al conflicto.
Esta semana, Trump manifestó su enojo por la demora de Putin en responder a la propuesta estadounidense de mantener conversaciones directas con Zelenski. El republicano aseguró que evaluará los próximos pasos dentro de dos semanas si no se concretan los diálogos bilaterales.
E ministro británico de Exteriores, David Lammy, informó este jueves de que ha convocado al embajador ruso en el Reino Unido, Andrei Kelin, por los ataques en Kiev, en los que el edificio del British Council resultó dañado.
«Los ataques del (presidente ruso, Valadímir) Putin de anoche causaron la muerte de civiles, destruyeron viviendas y dañaron edificios, incluyendo el British Council y la delegación de la UE en Kiev«, escribió el jefe de la diplomacia británica en X.
«Hemos convocado al embajador ruso. La matanza y la destrucción deben cesar«, añadió Lammy.
Con información de AP/AFP/EFE