El hombre detenido en el marco de la causa por el femicidio de Susana Cáceres, la mujer hallada violada y asesinada el pasado viernes tras permanecer diez días desaparecida a la vera del río Reconquista, en el partido bonaerense de Ituzaingó, negó haber tenido relación con el hecho y aseguró que su camioneta permaneció estacionada en proximidades al lugar del hallazgo del cadáver porque tuvo problemas mecánicos.Se trata de Ramón Rosa Lescano, quien declaró ante la fiscal Luisa Pontecorvo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de General Rodríguez-Moreno, acusado del delito de «homicidio triplemente agravado por criminis causa, por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por ensañamiento, abuso sexual con acceso carnal y robo agravado».
La declaración
En su indagatoria, Lescano negó haber tenido algún tipo de relación con el crimen de Cáceres, a quien dijo que ni siquiera conoce, pero admitió que es suya la camioneta Renault Duster negra que quedó filmada por una cámara de seguridad en las horas previas al hallazgo del cadáver de la víctima a un costado del Camino del Buen Ayre, en las proximidades de la escena donde fue encontrado el cuerpo.El hombre reconoció que es su camioneta, pero dijo que estuvo allí estacionado durante unos 40 minutos porque sufrió problemas mecánicos y que, una vez solucionados, se retiró.
Tras la indagatoria, la fiscal pidió la detención formal del imputado ante el Juzgado de Garantía 1 de Moreno.
La investigación
En tanto, los investigadores aguardan para la próximas horas los resultados de las muestras presuntamente de sangre que se levantaron de la camioneta Duster del sospechoso para intentar determinar si pertenecían a la víctima.
Además, los resultados de otros peritajes sobre cuchillos que fueron secuestrados en la vivienda de Lescano con la intención de establecer si alguno de ellos fue el utilizado para provocarle los cortes que presentaba en la zona del tórax.
Fuentes judiciales revelaron a Télam que la fiscal Pontecorvo también le imputó a Lescano el delito de «robo agravado», ya que junto al cadáver de Susana fue hallada su riñonera pero sin ninguna de sus pertenencias.
«Todo hace pensar que Susana tenía dinero en su poder por la venta de algunos de sus electrodomésticos, que había concretado horas antes de su desaparición. Tampoco fue hallado su documento de identidad», dijo un investigador.
Por otra parte, los pesquisas aún buscan a otros dos sospechosos que, se presume, que pudieron haber participado del femicidio de Susana Cáceres.
Lescano es un hombre con antecedentes por distintos delitos, entre ellos violencia de género, por portación ilegal de arma de guerra por la que cumplió una probation -suspensión de juicio a prueba-, otra por encubrimiento y una más por resistencia a la autoridad.
El resultado de la autopsia que realizaron peritos de la policía bonaerense y que fue entregado a la fiscal Pontecorvo señala que Cáceres padeció un período de agonía, que fue abusada sexualmente, que presentaba múltiples lesiones punzo cortantes en la región toráxica de hasta 20 centímetros de largo, que sufrió traumatismos en el cráneo y que la data de muerte es de entre 7 y 10 días previos al hallazgo del cuerpo.
Por eso, los investigadores creen que el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Cáceres es una escena secundaria del crimen, es decir que la mataron en otro lugar y que él o los homicidas fueron a arrojar el cadáver donde finalmente lo hallaron el viernes pasadas las 13 en medio de pastizales ubicados a la vera del río Reconquista
El reconocimiento de la víctima, realizado por familiares, se logró en base a un tatuaje con el logo de «Chevrolet» y otro de «AC/DC» que llevaba la mujer en sus brazos, y por la vestimenta, que era la misma que tenía puesta el 8 de noviembre, cuando salió de su casa de Villa Trujui por última vez.
El rastrillaje en esta zona del partido de Ituzaingó se realizó horas después de que la policía allanara dos domicilios, uno de ellos en la casa del detenido Alejandro Alberto Peralta, expareja de Cáceres, quien está detenido por la tenencia de un arma calibre 45 con la numeración limada, aunque no por el crimen.
Cáceres, madre de cuatro hijos, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui el martes 8, cerca de las 16, y dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre.
«Ahí vengo má», le dijo a la mujer antes de ir a vender unos electrodomésticos para pagar una deuda que tenía.
La última vez que fue vista fue la madrugada del miércoles 9 de noviembre, en el barrio de Mariló, en Moreno, y vestía un short de jean azul y zapatillas negras.