Con experiencias surgidas a mediados de 1800 y con una de las legislaciones más avanzadas para el sector en la actualidad, Italia registra unas 10 mil cooperativas sociales con más de 12 millones de miembros y alrededor de un millón de empleados. En España, Mondragón es la gran referencia como la cooperativa de trabajo más grande del planeta y uno de los grupos industriales más importantes de Europa. En India, hay 55 millones de productores agrícolas asociados a la federación IFFCO. En el ámbito cultural, se destaca Smart, que nació en Bélgica, se replicó en otros seis países europeos y hoy da una estructura legal, contable y de formación a miles de trabajadores autónomos. Es apenas un recorte de un universo que involucra a más del 12 por ciento de la población mundial. Es una de las tantas ventanas para mirar y comprender por qué el 2025 fue declarado como el año internacional de este sector bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”.
El paisaje se compone de más de 3 millones de cooperativas a nivel global, con experiencias inspiradoras, historias de crecimiento con modos de desarrollo más sustentables e igualitarios, empresas recuperadas después de una crisis, soluciones colectivas nacidas al calor de las necesidades, propuestas innovadoras o de inclusión que emergen con sentido colectivo. Se trata de un universo amplio, desplegado en variados sectores, con diferentes escalas y presencia en todo el mundo. Más de la mitad de las 300 cooperativas más importantes están en Europa, aunque también se encuentran en América (94), Asia y Oceanía (40). En ese listado definido por volumen de facturación, Argentina se anotó con dos: el Banco Credicoop y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). “Nuestra experiencia demuestra que hay más cooperativas en los países que se los llama ‘desarrollados’ que en los de menos desarrollo económico”, dice Carlos Mansilla, secretario de relaciones internacionales de Cooperar.
Argentina acumula una larga tradición en este modelo de empresas cuya propiedad es de los socios y socias. Hay cientos de experiencias históricas, como el famoso Hogar Obrero fundado el 30 de julio de 1905 como cooperativa de consumo, edificación y crédito. Otro hito, entre muchos otros, ocurrió en 2017 cuando Ariel Guarco se convirtió en el primer argentino en alcanzar la presidencia de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y el segundo de Latinoamérica.
“Esta es la segunda vez en la historia que la ONU dedica un año internacional a las cooperativas, y no es casualidad. Movidas por su compromiso con las comunidades, se han ido adaptando para superar los problemas cambiantes de nuestro tiempo”, describe Guarco sobre la decisión de Naciones Unidas sobre este 2025 llamado a promover el papel de este modelo y a difundir sus principios clave, entre ellos el control democrático, la autonomía, la educación y la cooperación de estas empresas sociales.
Guarco sintetizó parte del legado y el aprendizaje del sector en Cooperativas en acción, un libro que compila 28 experiencias de distintas partes del mundo, algunas de ellas mencionadas en este texto.
Si bien no existe una base de datos integral sino que cada país releva de forma diferente, se sabe que hay cooperativas en todos los sectores de la economía, incluidos los más fuertes, desde el agro o los servicios hasta los bancos o compañías de seguros. Esos rubros son los que encabezan el último de los doce informes elaborados por el Monitor Cooperativo Mundial, cuyo objetivo es analizar el impacto económico y social a nivel internacional. “Registran un volumen de negocios total de más de dos billones de dólares (2.409.000 millones)”, describe sobre la clasificación de las 300 empresas más potentes en su mayoría radicadas en países como Estados Unidos, Alemania, Francia y Japón.
“El desarrollo rural norteamericano no se puede explicar sin las cooperativas eléctricas, donde los productores agropecuarios se juntaron y son responsables del 70% de la electrificación rural y del consiguiente desarrollo mediante sus empresas comunitarias”, ejemplifica Mansilla sobre el poder y el diferencial que combinan las experiencias colectivas. Son sólo algunos ejemplos de un movimiento cada vez más vigente en un mundo envuelto en una etapa de plena reconfiguración. «