Estados Unidos afirmó este martes no tener «ningún indicio» hasta ahora de que los tres objetos voladores derribados en los últimos días fueran de origen chino o tuvieran funciones de espionaje, mientras China instó a Washington a hacer una «investigación exhaustiva», tras denunciar una serie de incursiones en su espacio aéreo de supuestos globos estadounidenses.Las relaciones entre el gigante asiático y EEUU se crisparon en las últimas semanas, luego de que el presidente estadounidense Joe Biden ordenara derribar el pasado 4 de febrero un objeto que el Pentágono calificó como un «globo espía chino».
Beijing reconoció ser dueño del globo, pero aseguró que se trata de un dispositivo meteorológico que se desvió de su trayectoria y acusó a la Casa Blanca de sobreactuar y de uso innecesario de la fuerza armada.
Tras este primer incidente se derribaron otros tres objetos en América del Norte, pero de momento el Gobierno estadounidense no logró identificar su proveniencia, algo sin precedentes en años.
En el marco de esa polémica, la Casa Blanca aseguró este martes que no hay indicios de que los tres objetos voladores derribados el viernes sobre Alaska, el sábado sobre el Yukón, en el noroeste de Canadá, y el domingo sobre el norteño lago Hurón «fueran chinos o espías».
Las autoridades estadounidenses hasta ahora «no han visto ningún indicio ni nada que apunte específicamente a la idea de que estos tres objetos formaban parte del programa de globos espía de China o estaban involucrados en esfuerzos de recopilación de inteligencia externa», dijo a periodistas John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
«Podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos», agregó el funcionario, quien, no obstante, insistió en que China está llevando adelante un «programa deliberado y bien financiado» con globos para espiar a EEUU y otros países.
Un informe del Pentágono enviado a los legisladores precisó que el objeto derribado el sábado en el espacio aéreo canadiense parecía ser un “pequeño globo metálico con una carga útil atada debajo”, informó la cadena CNN.
Según el documento, el objeto cruzó cerca de “sitios sensibles de EEUU” antes de ser derribado, mientras que el artefacto derribado el domingo sobre el lago Hurón «descendió lentamente» al agua después del impacto.
No obstante, Kirby reconoció este martes que aún no encontraron los restos de los artefactos y que «podría pasar un tiempo» antes de recuperarlos, tras evocar condiciones climáticas y geográficas «bastante duras».
Ante las especulaciones del Congreso, los medios de comunicación y la opinión pública, que mencionaban desde una ofensiva coordinada de espionaje chino hasta la llegada de extraterrestres, el funcionario quiso restar importancia al número inusual de objetos voladores no identificados detectados en las últimas semanas, al señalar que probablemente se deba a la recalibración que hizo el Gobierno de sus sistemas de radares de defensa tras el descubrimiento del «globo espía» chino.
«Debido al globo espía, hemos cambiado algunos de los parámetros del radar para nuestra defensa aérea, particularmente sobre la parte norte de nuestra atmósfera. Y es posible que, en parte debido al ajuste de la sensibilidad de los radares, estemos simplemente viendo más objetos en este momento», sentenció.
China volvió acusar el lunes a Washington de haber enviado cerca de 10 dispositivos voladores a su territorio desde el año pasado.
«Estados Unidos debería realizar una investigación muy exhaustiva y darle una explicación a China», aseguró el vocero de la Cancillería, Wang Wenbin.
Wang no entregó evidencias sobre las supuestas incursiones, pero dijo que comenzaron en mayo de 2022, pese a que anteriormente había informado que éstas debutaron en enero de ese año, reportó la agencia de noticias AFP.
Estas acusaciones fueron rechazadas la víspera por Kirby: «¡Eso no es cierto! ¡No hacemos eso!», declaró a la cadena MSNBC.
La disputa ya resintió la relación entre las superpotencias. La detección del globo chino motivó la abrupta cancelación de un viaje a Beijing del secretario de Estado, Antony Blinken, que habría sido la primera visita de un jefe de la diplomacia estadounidense desde octubre de 2018.
En tanto, desde Moscú, el Kremlin exhortó este martes a Washington a investigar la supuesta presencia de globos y otros objetos voladores no identificados en su espacio aéreo sin «culpar» a otros países.
El vocero de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, exigió «precauciones» a la hora de tratar el tema, en un mensaje que extendió tanto al Gobierno de Biden como a la OTAN, ya que su secretario general, Jens Stoltenberg, apuntó a Rusia al hablar de la creciente polémica.
Stoltenberg afirmó que la detección de presuntos aparatos de vigilancia en Estados Unidos forma «parte de un patrón» por el que China y Rusia «aumentan sus actividades de inteligencia y vigilancia contra aliados de la OTAN».
Para Peskov, este tipo de declaraciones confirman que la Alianza Atlántica es «hostil». Dicha organización, añadió, «se esfuerza cada día por dejar lo más claro posible su implicación en el conflicto de Ucrania», según consignó la agencia de noticias Interfax.