«Si lo vemos en la calle, lo detendremos», sostuvo Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno de Bolivia. El mensaje para Morales no sólo responde a la complicada situación judicial del expresidente, sino que es un nuevo capítulo del enfrentamiento que mantiene con Luis Arce, exaliado en el MAS.
«¡Se siente, se siente, Evo presidente!», vociferaban los militantes que se acercaron a pie, desde distintos puntos de Bolivia, hasta la ciudad capital de La Paz. Allí Evo Morales, presidente en dos mandatos del país andino, busca sellar su postulación para los comicios presidenciales de agosto próximo.
El dirigente cocalero calienta los motores y también lo hacen sus seguidores. El miércoles el Tribunal Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia ratificó un fallo que impide al expresidente inscribirse como candidato a presidente, en vistas a las elecciones del 17 de agosto. El tribunal reiteró en la víspera que la reelección presidencial es por una sola vez de forma continua y sin posibilidad de un tercer mandato, por lo que Morales no puede ser candidato nuevamente al haber gobernado Bolivia en tres ocasiones (2006-2010, 2010-2015 y el trunco 2015-2019). Pero él mantiene sus aspiraciones electorales.
Sobre ese aspecto se refirió Luis Arce, actual presidente de Bolivia, en los últimos días, en las mismas declaraciones en que comunicó la declinación de su candidatura: «Desde aquí lanzo un desafío al expresidente Evo Morales de no insistir en ser candidato a la presidencia”, reclamó al mandatario. En ese sentido, justificó: “Primero, porque constitucionalmente no puede ser y segundo, porque la dispersión y fragmentación del voto sólo favorecería a la derecha”.
Morales contestó a través de las redes sociales. «Sólo el pueblo puede pedirme que decline la candidatura. No tenemos ambiciones personales. Vamos a obedecer el mandato del pueblo para salvar, otra vez, Bolivia», escribió en su perfil de X.
En ese clima de tensión, el jueves comenzó a gestarse una caravana de militantes (tanto civiles como funcionarios) que marcharon desde distintos puntos de Bolivia hacia La Paz, donde Morales busca inscribir su candidatura.
Incidentes en La Paz entre militantes de Evo Morales y la Policía
Un dirigente incluso afirmó que Morales iría de incógnito en la movilización. «Mañana llegaremos apoyando al hermano Evo Morales… Por razones de seguridad no lo vamos a nosotros informar (dónde está Morales), puede ser adelante, puede ser atrás, puede estar por rutas alternas», dijo el senador Leonardo Loza a periodistas tras el inicio de la caravana. Pero no se vio al exmandatario en la marcha.
Delegaciones de campesinos, cocaleros y mineros, senadores, diputados y concejales del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) leales a Morales, además de sindicalistas que también son afines al exmandatario, conformaron las columnas que se arrumban aún hacia La Paz. La mayoría de ellos portan máscaras del exmandatario, que ejerció la magistratura en tres ocasiones (2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019).
Por la tarde del viernes, alrededor de las 14.30, los militantes llegaron hacia la puerta del Tribunal Electoral de La Paz y una vez allí comenzaron los incidentes con la policía y agentes de otras fuerzas de seguridad. «Queremos pasar, queremos pasar, queremos pasar”, gritaron los manifestantes cuando la Policía Boliviana estableció el primer cordón.
Minutos más tarde, los seguidores de Evo Morales lograron desarmar ese primer y un segundo cordón policial, y llegaron hacia la Plaza Abaroa, en los alrededores del Tribunal Electoral. La policía sólo logró retenerlos cuando usó gases lacrimógenos.
Se reportaron al menos cuatro heridos: una vendedora, un periodista y dos policías, todos por golpes con piedras. Además, hubo dos detenidos.
La advertencia del gobierno de Luis Arce a Evo Morales
Sin embargo, este viernes a Morales le llegó una advertencia clara desde el Poder Ejecutivo de su país, que actualmente se encuentra bajo la gestión de Luis Arce, un exaliado político del exmandatario y con quien ahora mantienen un enfrentamiento abierto. «Que se entregue de forma voluntaria a la justicia boliviana», advirtió el ministro de Gobierno (un homólogo a ministro del interior), Eduardo del Castillo, temprano este viernes.
«Si lo encontramos caminando por las calles paceñas, vamos a dar cumplimiento al mandamiento de aprehensión», desafió Del Castillo. El ministro justificó sus dichos por una causa judicial que enfrenta Morales, con consecuencias penales.
Morales es investigado por un caso de trata agravada de personas, acusado por la Fiscalía de haber tenido una relación con una menor de edad con quien supuestamente tuvo un hijo cuando era presidente. En octubre de 2024, la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, dictó una orden de captura, que no ha sido ejecutada hasta la fecha. Además está vigente una declaratoria de rebeldía en contra de Morales.
Con información de agencias.
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