Vestidas con uniforme de colegio, atacaron con cuchillos al policía que intentó identificarlas en un centro comercial en Ramla, en el centro del país
«Vinimos a matar judíos», admitió una de las atacantes en su interrogatorio policial tras la captura.
Cerca de las 11 de la mañana (hora local), dos niñas se acercaron a un centro comercial próximo a la estación central de Ramla, donde también funciona una de las dependencias del ministerio del Interior.
Como es de costumbre en cualquier entrada a un comercio importante del país, había un guardia que les exigió su identificación. «No tengo documento, tengo 13 años», respondió una de las niñas, quien de inmediato sacó un cuchillo con el que intentó asesinar al vigilante.
«Si miramos los cuchillos, entendemos cuál era la intención y la seriedad con la cual intentaron herir a los ciudadanos. El guardia actuó de la mejor forma posible. Entendió que debía controlarlas y así lo hizo, sin desenfundar su arma»,agregó un oficial de policía de la división céntrica
Las niñas árabes-israelíes llevaban su mochila escolar en sus espaldas, y en las fotos de la escena tomadas luego del atentado, se pueden observar útiles escolares junto a dos chuchillos.
Shmuel Bar-Haim, médico del hospital Asaf Harofé, dijo que habían recibido a un herido. «»Presentó heridas de cuchillo en la parte inferior de su cuerpo. Fue herido levemente», aseguró.
Tercera intifada
Con el pasar de los días y ante una falta de respuesta contundente por parte del gobierno israelí, algunos ciudadanos suelen perder la calma. Mientras una de las atacantes era esposada por las fuerzas de seguridad, un individuo se acercó y fijó su pie sobre la cabeza de la menor ante la vista de los presentes, que gritaban «¡Dispárenle!»
Ido, dueño de un local en la terminal donde ocurrió el trágico episodio, describió cómo se enteró de lo que estaba pasando alrededor. «Escuché gritos y directamente corrí hacia el lugar. Vi que controlaban a las dos terroristas y corrí para ayudar. Les pegue un par de patadas para intentar agarrarlas y justo llegaron los policías», comentó el comerciante en un testimonio recogido por el diario digital Ynet.
Hasta el momento, una de las más equipadas y formadas fuerzas de seguridad del mundo no logra encontrar una solución frente a lo que medios locales ya denominan como «la tercera intifada» –levantamiento o rebelión, en español.
La reciente ola de violencia contra la población israelí se caracteriza por individuos armados con cuchillos domésticos, que buscan matar a cualquier persona al alcance de su mano. Gran parte de ellos no pertenece a ninguna agrupación terrorista.
Según cifras estimadas por la Cruz Roja local (Magen David Adom), desde septiembre a la fecha al menos 30 personas fueron asesinadas y más de 300 resultaron heridas
Ola de antentados
Este mediodía, el primer ministro Benjamín Netanyahu visitó a Ravit Mirilashvilli en el hospital Hadassah. Es la mujer soldada que sobrevivió al atentado de ayer en la Puerta de Damasco, ciudad antigua de Jerusalén.
Tres terroristas armados con cuchillos, armas de fuego y explosivos fueron detenidos antes que el ataque se expanda por doquier. Sin embargo, su compañera Hadar Cohen, de 19 años, perdió la vida en el lugar.
Mirilashvilli dejó el hospital y fue al entierro de su amiga. «Hadar me salvó la vida», le dijo a Netanyahu.
Por su parte, el jefe de estado destacó tras la visita al centro médico que «actuó heroicamente. Previnieron un desastre enorme».
«Estamos en un esfuerzo importante contra el terror. Qabatia (la zona de donde salieron los atacantes) está siendo cercada y las FDI junto al Servicio de Seguridad están realizando arrestos extensivos», agregó. «El terrorismo islámico inunda al mundo entero. Lo estamos enfrentado y lo seguiremos haciendo», concluyó Netanyahu.
Pesimismo
Artículos en la prensa local reflejan cierto pesimismo y citan fuentes de los servicios de seguridad admitiendo que esta «intifada» aún tiene para rato.
Los esfuerzos están concentrados en la zona sur. Allí buscan eliminar los túneles cavados por Hamas desde la Franja de Gaza hacia el territorio de Israel. Es una zona densamente poblada por inmigrantes latinoamericanos.
Durante los últimos días, habitantes de los municipios que bordean la ciudad palestina aseguraron oír ruidos de excavaciones debajo de sus pies. Algunos de ellos incluso grabaron los sonidos con sus celulares.
Ocho palestinos perdieron la vida en los últimos 10 días, mientras hacían ese tipo de trabajo. Para la agrupación que gobierna el territorio palestino de Gaza, los pasajes subterráneos se convirtieron en un recurso estratégico