Divididos por el Brexit, los londinenses votaron masivamente pese al temporal


Escuelas, colegios, iglesias y otros lugares de votación distribuidos por toda Londres comenzaron a llenarse de votantes desde temprano pese a las lluvias torrenciales, los anegamientos y los trastornos en los servicios ferroviarios y de subte y en el tráfico en las autopistas causados por la tormenta.

“Debe el Reino Unido continuar como miembro de la Unión Europea o debe dejar la UE?, fue la pregunta que enfrentaron los votantes británicos a su llegada a las urnas.

Si finalmente se impone la voluntad de los que desean abandonar la UE, el Reino Unido podría enfrentarse a un período de incertidumbre que impactará fuertemente en la economía, según la advertencia de los organismos internacionales, los bancos centrales e innumerables analistas y expertos en temas financieros.

La campaña por el referéndum quedó marcada por la violencia del discurso político utilizado y por el asesinato de la diputada laborista Jo Cox en manos de un hombre que según investigaciones estaba vinculado a un grupo de extrema derecha opuesto a la UE.

A lo largo de la campaña, que dividió a los líderes políticos del país, la inmigración se convirtió en uno de los temas centrales del referéndum, luego de que millones de ciudadanos de la UE emigraran al Reino Unido en los últimos años, sobre todos provenientes de países del este de Europa.

La cuestión polariza fuertemente a los británicos, separándolos entre los que consideran la inmigración positiva y un impulso para la economía y extensos sectores de la población, sobre todo de clase trabajadora, que cree que los inmigrantes les arrebatan el trabajo y sobrecargan los hospitales públicos.

Precisamente en este plebiscito sólo pueden votar los ciudadanos británicos, irlandeses y del Commonwealth mayores de 18 años residentes en Reino Unido, junto con los británicos residentes en el extranjero que hayan estado en el registro electoral en los últimos 15 años. 

Los europeos residentes en el Reino Unido están excluidos de votar, situación que causó frustración en muchos de ellos.

“Acabo de leer hoy que la población del Reino Unido aumentó a 65 millones y que en 12 meses las personas que inmigraron fueron más de 350.000, lo que me hace pensar que no hay control de la migración», dijo a Télam Alex Thomas, tras votar este jueves por la mañana por salir de Europa.

«No estoy en contra de los inmigrantes, pero estoy de acuerdo con que se implemente un sistema como el de Australia”, agregó Thomas luego de sufragar en un jardín de infantes en el distrito de Camden, en el oeste de Londres. 

En el mismo centro, Julie Kent, una mujer de unos 40 años, justificó su decisión de votar salir de la UE por sentirse engañada constantemente por los que la dirigen y porque la inmigración se ha desbordado por completo.

“El primer ministro no puede cumplir con la promesa en materia de inmigración, que ha dejado a la gente sin viviendas”, dijo, disparando contra el jefe de gobierno conservador, David Cameron, que fue quien convocó el referéndum pero hizo campaña por la permanencia en la UE.

Otra mujer llamada Judhit, que escuchó las preguntas a los votantes, se acercó y exclamó que no podía esperar hasta el viernes “que anuncien que estamos fuera (de la UE). Debo permanecer positiva y pensar en que la mayoría elegirá salir», señaló esta partidaria del «Brexit», como se denomina a la opción de abandonar el bloque europeo.

Al igual que Kent, el motivo de su voto se debe «la falta de un plan para construir más viviendas o servicios para satisfacer el crecimiento esperado en la población”.

En otro barrio del centro de Londres, en South Kensington, cerca de la estación de tren, en una iglesia también convertida en un centro de votación, se notaba una mayor concurrencia de vecinos, muchos de ellos portaban insignias y pequeños afiches de la campaña partidaria de permanecer en la UE.

“Voté por permanecer», dijo una joven, que no quiso dar su nombre, que se definió como partidaria de seguir en la UE, pero que le gustaría que el gobierno tuviera más control sobre su propio país y de su propia ley“.

“Está en juego el futuro de los jóvenes en el Reino Unido y la gran mayoría desea permanecer en Europa”, afirmó Mark, de 25 años.

Según los sondeos, dos variables demográficas resultarán claves. La primera de ellas es la edad, siendo los mayores de 65 años el grupo más inclinado a apoyar el la salida del Reino Unido de la UE y los jóvenes el más partidario de permanecer en la UE. La segunda es el nivel educativo.

“Existe una división en intención de voto entre universitarios y personas con estudios primarios o secundarios solamente”, según el profesor John Curtice, experto en encuestas electorales.

“Los universitarios están mayoritariamente inclinados a votar por la permanencia mientras que los no universitarios generalmente afirman que quieren el Brexit”, destacó Curtice.

Como han expresado los candidatos en la campaña, tal vez este referéndum represente uno de los momentos más importantes de la historia británica de los últimos 20 años y mucho de lo que aquí se diga con el voto marcará el destino no sólo del Reino Unido sino probablemente el futuro de la UE.