La reunión de ministros de Finanzas del G20 que se realiza en San Pablo encuentra divergencias sobre la propuesta brasileña de crear un impuesto global mínimo para los superricos en el marco de las políticas contra el hambre y la desigualdad, admitió este jueves el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, país a cargo de la presidencia rotativa del bloque.Haddad reconoció diferentes «visiones» sobre el proyecto de tributación internacional a los billonarios por medio de un impuesto global que propone el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para incorporar a la agenda del G20, cuyas resoluciones se dan por consenso.
En ese marco, Haddad anunció en su discurso de apertura de la segunda y última sesión, que el tema quedará para la próxima reunión de julio entre los ministros de Finanzas de las mayores economías del planeta, entre las cuales se encuentra representada la Argentina.
«Quiero anunciar que esta Presidencia intentará construir una Declaración del G20 sobre fiscalidad internacional hasta nuestra reunión ministerial en julio. Consultaremos a todos los miembros y trabajaremos juntos para tener un documento equilibrado, pero ambicioso, que refleje nuestras aspiraciones legítimas», enfatizó.
El encuentro también mostró divergencias entre naciones del G7 (los países más desarrollados del mundo) contra el resto de los integrantes del G20, que se niegan a no incluir en los documentos de la reunión alguna declaración sobre las guerras en Ucrania y Gaza.
Las delegaciones de Francia y Alemania hicieron oficial esta exigencia.
«Brasil quiere que el tema de la reunión se ocupe de finanzas y combate a la pobreza, la agenda interministerial de Finanzas. La reunión de cancilleres aborda los temas de la guerra», dijo a Télam una fuente brasileña.
El ministro Haddad insistió en incluir el tema de la tributación a los superricos, en la única declaración transmitida al público de la reunión que se realiza en el edificio de la Bienal de San Pablo en el Parque Ibirapuera de la capital económica y financiera de Brasil.
«A pesar de los avances recientes, es un hecho incuestionable que los multimillonarios del mundo continúan evadiendo nuestros sistemas tributarios a través de una serie de estrategias», enfatizó.
El ministro citó la reforma tributaria aprobada en 2023 por el gobierno del Lula, y explicó que la solución de la evasión fiscal de las grandes fortunas debe ser uno de los temas a tratar en forma conjunta y en cooperación entre los países.
«Soluciones efectivas para los súperricos pagar su contribución justa en impuestos depende de la cooperación internacional. Esta cooperación ya existe. En los últimos diez años hemos logrado avances muy importantes en áreas como el intercambio de información, la transparencia y los niveles mínimos de impuestos», agregó.
Citó el trabajo de la ONU y la OCDE en buscar una ingeniería tributaria hacia las grandes corporaciones multinacionales, y explicó que Brasil busca un «tercer pilar» que es gravar a las grandes fortunas que logran mecanismos y «agujeros» en las legislaciones para evadir impuestos.
Haddad puso como ejemplo un informe del Observatorio Fiscal de la Unión Europea sobre evasión impositiva, que demostró que los multimillonarios pagan un tipo impositivo efectivo equivalente a entre el 0 y el 0,5% de su riqueza.
«Si unimos esfuerzos y tenemos en cuenta las investigaciones más avanzadas en el área, podemos seguir avanzando en nuestra cooperación fiscal internacional y reducir
oportunidades para que un pequeño número de multimillonarios sigan aprovechándose de agujeros en nuestro sistema tributario para evitar pagar su contribución justa», aseguró.