“Ahora envío el patrullero señora”, responde un cabo de la Policía porteña a la denuncia de una vecina del barrio de Balvanera. Lo raro de esta situación, aunque esté cada vez más naturalizada, es que tanto la denuncia como la respuesta del oficial se da en un ámbito privado dentro de un grupo de Whatsapp que fue creado por la propia policía.
Una situación que no queda registrada en los organismos oficiales y que, como advierten los vecinos y vecinas de los distintos barrios, con esto buscan bajar la cantidad de denuncias que llegan al 911 y crear la sensación que es una ciudad segura, aunque la estadística oficial del ministerio de Seguridad de Nación dejó en evidencia que la Ciudad de Buenos Aires encabeza la lista de distritos más inseguros (ver recuadro).
Referentes vecinales y sociales coinciden que una cosa es un grupo creado y gestionado por vecinos y vecinas, donde se alertan y advierten entre sí, ante situaciones extrañas o diferentes hechos delictivos que ocurren en el barrio, y que algo muy distinto es que las autoridades policiales creen esos grupos para que realicen las denuncias directamente por esa vía, y no queden registradas en los canales oficiales.
Denuncias paralelas
¿Es posible que el ministerio de Seguridad desconozca este hecho y que la Policía de la Ciudad tenga dependencia y autarquía del Ejecutivo? Sería muy descabellado que en un sistema democrático las fuerzas de seguridad no respondan verticalmente a las directivas de cualquier gestión.
Vecinos y vecinas de diferentes comunas denunciaron a este medio que situaciones similares ocurren en todos los barrios, lo único que cambian son los nombres de grupos o la variable de las denuncias realizadas en diferentes ítems.
“No quiero que aparezca mi nombre, pero en la Comuna 4 funcionan al menos dos grupos donde participan policías y comisarios de las distintas alcaidías”, señaló a este medio un vecino de Parque Patricios que alertó sobre esta situación que se repite en varios barrios de la Ciudad. “Además los patrulleros no llegan tan rápido como cuando hacemos las denuncias al 911, así que no veo cuál sería la ventaja”, agregó.
Lo mismo ocurre en los barrios de Balvanera y San Cristóbal incluidos dentro de la Comuna 3. Alberto Aguilera, uno de los coordinadores de la Red de Vecinos Manzana 66 Verde y Publica, denunció a este medio que la situación se profundizó en los últimos meses en uno de los distritos más complejos conocido como el Polo Falopero, donde la venta de drogas y hechos delictivos ocurren a diario.
“Primero lo que es raro, a la comisaría 3A la separaron del resto de las comisarías, de la 3B y 13, de las reuniones que habitualmente se vienen realizando con los vecinos. Es decir, la comisaría no quiere que los demás vecinos se enteren de los temas que denunciamos. Nos hacen nuestra propia reunión en un salón diferente. Después el comisario inspector Ortiz creó un chat que se llama “La Seguridad en tu Barrio”, que estamos solamente los vecinos de la comisaría 3A. Vos escribís ahí que ‘están los paqueros en tal lado’, y hay veces, porque no siempre responden, te ponen “enviamos el móvil”, detalla Aguilera en diálogo con Tiempo.
El referente vecinal cuestiona este accionar de la policía porteña y pregunta: “¿Qué ganan con eso? Que yo, en vez de llamar al 911 pido policía en el chat y ellos argumentan que es más rápido. Hay veces que no te mandan ningún patrullero. Pero ¿qué pasa? Esa denuncia no queda registrada en el 911, entonces automáticamente le mejora la estadística de la zona. Es un engaño más que nos someten con este sistema”, suma y agrega: “por día sólo en este grupo de WhatsApp llegan entre 40 o 50 denuncias”.
Tiempo se puso en contacto con el ministerio de Seguridad porteño que conduce Horacio Giménez, para conocer la versión oficial y si tienen conocimiento de estos hechos. Pero, hasta el momento de la publicación de esta nota, la cartera de Seguridad no respondió a nuestra consulta.
Los datos oficiales de nación
La maquinaria mediática insiste con que la provincia de buenos Aires es la más insegura del país, pro las estadísticas del propio Ministerio de Seguridad Nacional indican que eso no es verdad y que el ranking lo lidera la Ciudad de Buenos Aires.
Según el último relevamiento publicado en marzo de este año, a nivel nacional, los crímenes vienen en descenso desde 2014, cuando se registró un pico de 7,6 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes. Con sus vaivenes, en el 2024 Argentina logró la mejor tasa en los últimos 25 años: ubicándose en 3,8. Esta cifra situó al país en el mejor posicionado en América del Sur y en el segundo en América Latina.
Pero la baja de la tasa de los homicidios no fue acompañada por el descenso en las estadísticas de los robos. Más bien, todo lo contrario: según se desprende de los datos del Ministerio de Seguridad (en los cuales se excluyeron los delitos de lesiones y homicidios), de 455.271 casos en 2023, hubo 471.077 en 2024. A la par del deterioro del sistema y la crisis socioeconómica, algo que suele estar invisibilizado en el discurso de la derecha, puramente punitivista: cómo impacta el ajuste y la crisis en el alza de los delitos.
Ese ranking fue encabezado por la Ciudad de Buenos Aires con 2.267 robos; seguido por Córdoba con 1.787; y Mendoza con 1.564. Vale decir que la tasa promedio fue de 1.000 robos cada 100.000 habitantes durante el año pasado, sensiblemente mayor a la registrada en 2023 cuando se ubicó en 1.050. PBA quedó por debajo de ese número.