Tanto autoridades del Vaticano como el sacerdote argentino Gabriel Romanelli desmintieron la versión de Israel sobre el mortífero ataque que destruyó parcialmente la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, donde se refugiaban centenares de civiles desplazados. Mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que se trató de «un disparo indirecto», el cura argentino fue categórico: «Fue un impacto directo».
«Fue una sorpresa, estábamos bajo techo pero la explosión hirió a 15 personas, entre las que estuve yo. Estoy bien, lo de la pierna fue una infección menor. Tenemos 3 muertos y 2 jóvenes heridos, pero fuera de peligro», dijo Romanelli, cura argentino a cargo del único templo católico en Gaza, quien identificó a las víctimas y dio detalles del ataque que generó un fuerte repudio internacional contra el accionar israelí.
«Las declaraciones del Ejército israelí dicen que fue un error, yo no soy especialista, pero lo cierto es que impactó en el frente del templo, un templo de piedra. La cruz se salvó. Se ve un agujero que produjo la explosión. Fue un impacto directo. Caen esquirlas y heridos todo el tiempo. Esto fue una explosión y se ve claramente», declaró.
El bombardeo ocurrió el 17 de julio, mientras el templo albergaba a entre 500 y 600 personas desplazadas. Según su relato, Romanelli acababa de finalizar una reunión en su despacho, cuando ocurrió la explosión. «Me acerqué a tomar mate con otra joven que nos vino a ayudar, y se escuchó la explosión. Estábamos adentro y una esquirla me alcanzó de afuera», explicó.s