Patronato de Paraná, con un gol insólito, se consagró campeón de la Copa Argentina de fútbol tras vencer en la final a Talleres de Córdoba, por 1 a 0, en un partido disputado anoche en el estadio en el estadio Malvinas Argentinas.
El único gol del partido fue señalado por Tiago Banega, a los 32 minutos del segundo tiempo. El árbitro fue Fernando Rapallini, de gran trabajo.
De esta manera, el Patrón logró su primer campeonato en el fútbol argentino, consiguiendo la clasificación a la Copa Libertadores de América, en una nueva temporada que lo tendrá en la Primera Nacional tras perder la categoría este año.
En un partido muy tensionado, la primera parte tuvo a Talleres como mayor protagonista. De la mano de Diego Valoyes, la T probó con remates desde afuera, aunque sin mucha puntería.
A los 12’, el conjunto cordobés avisó con un gran disparo de Álvez, que fue bien contenido por Altamirano.
Por su parte, Patronato no logró pisar fuerte, tal como lo había hecho en semifinales ante Boca. Las atajadas de Facundo Altamirano y la imprecisión de los delanteros del conjunto cordobés fueron la causa del cero en el marcador. Es que el Patrón abusó de los cortes, se cargó de falta, y estuvo lejos de crear juego y peligro.
En el segundo tiempo, Patronato se mostró mucho mejor en su juego colectivo porque los ingresos de Giani y Guasone le sentaron bien al medio campo, donde perdió siempre ante la T.
A los 32, el ingresado Banega comando un ataque, la pelota le quedó larga, y en su intento por recuperar, el balón agarró un efecto raro hacia el arco para marcar un insólito gol.
Talleres fue a la cargo, mandó toda su gente al ataque, pero Patronato se aferró a ese gol y cerró cualquier amenaza. No hubo tiempo para más y el Patrón, que había eliminado a Boca y River, se quedó con el título. s