Kamala pasó buena parte de los últimos días (apenas interrumpió para un par de actos de campaña) encerrada con un pequeño grupo de estrechos asesores en el hotel Park Hyatt, a pocas cuadras del lago Michigan, refinando el mensaje que dará a los miles de delegados llegados de todo el país, invitados especiales y periodistas que abarrotan el United Center de esta ciudad.
Pero sobre todo la vicepresidenta apuntará a los millones de estadounidenses que seguirán su discurso en el prime time televisivo y que aún no conocen bien su historia personal y sus propuestas.
Si bien Harris es vicepresidenta hace más de tres años, saltó a la candidatura presidencial de manera inédita y en forma vertiginosa hace apenas un mes con la renuncia de Joe Biden, y sus asesores consideran que su biografía no es demasiado conocida para el estadounidense que no sigue de cerca el vaivén de la política, ese voto que ella quiere conquistar.
Su vida y su familia
Aunque han conseguido un fuerte espaldarazo en las encuestas y Harris va por arriba incluso en varios estados clave, los demócratas buscan profundizar el mensaje para llegar a un electorado bien amplio.
«La convención proporcionará el escenario más grande hasta ahora para que ella haga lo que ha estado haciendo en el camino: contar la historia de cómo es el producto de una familia de clase media, que durante su trabajo como fiscal defendió a las personas, y así contrastar su visión para el futuro con los planes oscuros y peligrosos de Donald Trump», dijo Brian Fallon, portavoz de Harris, en un comunicado.
Se espera que Harris cuente que creció en una familia de clase media en California como hija de inmigrantes (padre jamaiquino profesor de Economía y madre científica de origen indio), que estudió en colegios de mayoría blanca de su estado durante su infancia y adolescencia y luego se mudó a Washington como alumna de la Universidad Howard, conocida como la “Harvard de los afroamericanos”. Y, además, enfatizará que para solventar sus gastos trabajo en un McDonald´s, como buena parte de los estadounidenses.
Buscará así marcar un contraste con Trump, que nació en una familia rica de Nueva York y quien, según los demócratas, solo piensa en sí mismo y no en el bienestar de los demás.
Harris también resaltará su gestión como fiscal en California y se espera que recuerde a los votantes los tipos de casos en los que trabajó, incluido el enjuiciamiento de pandillas transnacionales, casos de agresión sexual y mala conducta en las ejecuciones hipotecarias. Buscará seguramente en el discurso, como ya lo ha dicho en su campaña, mostrar que ella está acostumbrada a lidiar con el “tipo de personas como Trump”, condenado por abuso sexual y falsificación de documentos, entre otros cargos penales.
Pero también se espera que Harris vincule su biografía a sus propuestas, como su plan recientemente anunciado para controlar los precios de los alimentos, afirmando que entiende a la clase media de una manera que alguien millonario como Trump no lo hace. A la vez, buscará desligarse de la etiqueta de “ultraliberal” y “comunista” que le endilga el republicano, y buscará mostrarse como una persona que entiende el sufrimiento de la gente. Una fiscal dura, pero a la vez compasiva.
Además Harris pondrá de relieve el tema de la libertad, que fue un emblema de esta Convención, porque aseguran que la agenda “extremista” de Trump las pone en peligro. De hecho, la canción que adoptó la campaña es “Freedom”, de Beyonce. Libertad para elegir a la persona que uno ama, de decidir si tener hijos o no, de enviar a los niños a la escuela sin temor a que haya un tirador en las aulas, entre otras.
El miércoles, su vice Tim Walz, dijo que “de eso se trata esta elección: Libertad”. “Cuando los demócratas hablamos de libertad nos referimos a la libertad de lograr una vida mejor para uno mismo y las personas que uno ama”.
Así, el discurso coronará un período que fue un torbellino para ella, durante el cual consolidó el apoyo en el Partido Demócrata detrás de su candidatura presidencial; se hizo cargo del aparato de campaña de Biden; seleccionó a Walz como su compañero de fórmula y estrenó un mensaje de campaña adaptado a su formación y experiencia.
Ahora, a 75 días de las elecciones, los demócratas esperan que Harris mantenga el impulso en las encuestas y profundice el mensaje que sirva para navegar con fuerza hasta el 5 de noviembre.