Con diversidad de autores y autoras nacionales, la Argentina se prepara para el Festival Eñe


Paula Vzquez Foto Victoria Gesualdi
Paula Vázquez. Foto: Victoria Gesualdi.

Con un listado que incluye autores más reconocidos en España y otros que tienen un solo libro publicado en el país europeo pero una extensa obra, la Argentina hará pie como invitada de honor en el Festival Eñe que se desarrollará del 11 al 27 de noviembre en las ciudades de Madrid y Málaga y busca, desde hace 14 ediciones, poner en diálogo a la literatura con la música, el teatro y el cine.

Para participar de diálogos con otros colegas de América Latina o de España, visitar librerías, protagonizar disertaciones y establecer un contacto directo con lectores del país europeo, viajarán desde Argentina Federico Falco, Gabriela Cabezón Cámara, Eduardo Sacheri, Pablo Katchadjian y María Negroni; mientras que Clara Obligado, Martín Caparrós, Lucía Lijtmaer y Andrés Neumann, argentinos que viven hace años en España, también se sumarán a las actividades del Festival que se presenta como una fiesta de la literatura.

Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, caracteriza la participación de Argentina como país invitado al festival como «una suerte de punto de almohadillado o de momento de consolidación que viene sucediendo con la literatura argentina a nivel de la proyección internacional desde hace algunos años, quizás de forma destacada en la última década, con un reconocimiento a la obra de autoras y autores argentinos a través de premios, muchas traducciones que pasan por Programa Sur y la integración de los más prestigiosos premios a nivel internacional».

«Apuntamos a que se vea como un momento de consolidación de ese proceso», destaca Vázquez, también escritora -es autora de «La suerte de las mujeres» y «Las Estrellas»- , abogada y librera -fundó las librerías Lata Peinada de Madrid y de Barcelona especializadas en literatura latinoamericana- quien dialogó con Télam vía meet desde Venecia, mientras participaba de la Bienal de Arte.

Con respecto a la selección de autores y autoras que viajarán al festival, la escritora y librera cuenta que fue un trabajo conjunto con Lola Larumbe, directora de programación del festival.

«Creo que la política pública, el Estado tiene la misión de llenar esos huecos, mostrar la diversidad y la riqueza del mercado argentino, independientemente de que esas editoriales puedan llegar por sí mismas o no. Entonces una de las cosas que hicimos fue apoyar con pasajes a cinco editoriales que no habían ido a Frankfurt todavíaPaula Vázquez

«La programación es muy amplia. Nuestra tarea fue ampliar un poco el rango de los escritores argentinos que nos planteaban en una primera idea. Hay un corte que nos genera un límite: los autores tenían que tener una obra publicada en España. Buscamos también ampliar la convocatoria generando una especie de propuesta que incluyera autores o autoras muy destacados y conocidos en España, algo que busca el festival, y nosotros, desde el Estado, la política pública, tratar de ampliarlo y que sea una forma de presentar e impulsar autoras y autores argentinos que quizás no son tan conocidos en España, que tienen algún libro publicado pero no son conocidos en forma masiva», detalla.

En ese sentido, grafica: «Falco, por ejemplo, si bien fue finalista del Premio Herralde y tiene publicado su libro de cuentos por la editorial independiente Las afueras, es la primera vez que va a España, a presentar sus libros. Pablo Katchadjian también, algunos de sus libros estaban publicados en una editorial independiente que se llama Hurtado & Ortega, ahora va a publicar una nueva novela por Sexto Piso y la idea era sumarlo también a la comitiva. Gabriela Cabezón Cámara es una referente indiscutible, integró lista de premios importantísimos pero allá no es tan conocida todavía ni tan difundida».

A un año de asumir como directora de Asuntos Culturales de la Cancillería dice que «el balance es super positivo». «Cuando asumí, lo primero fue la Bienal de Venecia porque estábamos muy ungidos con los tiempos, creo que me senté en el escritorio y ese primer día tuve que ponerme a armar la convocatoria, quedaba muy poquito tiempo para ese concurso, pero trabajé muy bien con el jurado», repasa.

Entre los puntos destacados de este año de gestión resalta el lanzamiento del Plan Libro Argentino, un programa que tiene como objetivos y lineamientos que «las distintas áreas del Estado coincidan, se articulen y sumen esfuerzos para que la industria editorial logre trascender las fronteras».

«Identifiqué que había herramientas que funcionaban bien, otras estaban de lado y había mucho potencial para pensar una política pública. Eran iniciativas que estaban fragmentadas y no estaban institucionalizadas a nivel de tener un marco, una resolución. Eso es importante para que todo eso se convierta en una política pública. Esta institucionalización nos permite que perviva en el tiempo y sean herramientas que el mercado editorial pueda seguir exigiendo al Estado», explica.

Se trata de un plan que incluye al Programa Sur -«una ayuda a traducciones de libros argentinos a idiomas extranjeros que funciona desde 2009 y mediante el que damos 150 subvenciones al año»- y la iniciativa Argentina Key Titles que, desarrolla Vázquez, «lleva unos dos años, cuenta con un catálogo de novedades y consiste en que un jurado seleccione aproximadamente 30 títulos de diversos géneros de las novedades editoriales y eso se vuelca a un catálogo del que además se traduce un capítulo al inglés. Está orientado a los intercambios y derechos y está en los stands argentinos en las Ferias del Libro como Frankfurt y Guadalajara pero no sólo eso sino también en otros lugares donde Argentina tiene presencia».

«La programación es muy amplia. Nuestra tarea fue ampliar un poco el rango de los escritores argentinos que nos planteaban en una primera idea. Hay un corte que nos genera un límite: los autores tenían que tener una obra publicada en España. Buscamos también ampliar la convocatoria generando una especie de propuesta que incluyera autores o autoras muy destacados y conocidos en España, algo que busca el festival, y nosotros, desde el Estado, la política pública, tratar de ampliarlo y que sea una forma de presentar e impulsar autoras y autores argentinos que quizás no son tan conocidos en España, que tienen algún libro publicado pero no son conocidos en forma masiva»Paula Vázquez

Un nuevo eje de este programa es un catálogo llamado Argentina Bibliodiversa que «busca mostrar la gran riqueza y diversidad del mercado editorial argentino porque a la fecha, por ejemplo, las editoriales que llegaban a Guadalajara o Frankfurt son las que pueden pagar el stand, costear los pasajes de los editores, que tienen la posibilidad de hacer reuniones de negocios esos días y eso deja afuera a muchas medianas o pequeñas que no están en condiciones de llegar en esos lugares», analiza.

«Creo que la política pública, el Estado tiene la misión de llenar esos huecos, mostrar la diversidad y la riqueza del mercado argentino, independientemente de que esas editoriales puedan llegar por sí mismas o no. Entonces una de las cosas que hicimos fue apoyar con pasajes a cinco editoriales que no habían ido a Frankfurt todavía como Corregidor, Calibroscopio, Lecturita, Iamiqué y Didot», relata entusiasmada sobre la reciente experiencia en la feria que terminó el 23 de octubre pasado y es un encuentro clave para el mercado editorial.

Sobre la participación de estos sellos, la funcionaria asegura que el balance «fue muy bueno» porque los representantes que participaron pudieron llegar a acuerdos en el transcurso de la feria pero también abrir posibilidades a futuro.

Pero, ¿cómo se armó este catálogo de literatura nacional (disponible en que funciona como vidriera de la producción editorial y está disponible de manera impresa en los stand de Argentina durante las ferias internacionales?

«Fue una convocatoria abierta a las editoriales argentinas. Mandamos, a través de nuestra base de datos y de las Cámaras: la Argentina del Libro (CAL), la de publicaciones y la Feria de Editores (FED), el pedido de nominación a las editoriales de 3 títulos para formar parte del catálogo, con esa nominación hicimos la selección de 300 títulos. Se conformó así un catálogo con un trabajo muy intenso, que implicó hacer una síntesis de la propuesta del libro, la traducción y los datos de contacto de la editorial», indica.

Vázquez dice que se trata de un material que seguirán trabajando, ya que cuenta que los agregados culturales en las embajadas también lo tienen como «un insumo más para difundir las posibilidades de la literatura argentina».





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