Como explica el tricólogo del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Pablo Fonda, la caída de pelo estacional es “reversible”.
Sin embargo, hay algunos hábitos que pueden ayudar a cuidar nuestra salud capilar, sobre todo en esta estación.
Hábitos para cuidar la salud capilar
Según explica el especialista, los hábitos que ejercemos sobre el tallo piloso, lo que llamamos ‘pelo’, no afecta a la salud del folículo, que es “el órgano”. El tallo piloso es “el residuo del folículo, una excrecencia o un residuo formado por queratina”.
Por ello, lo que apliquemos sobre el cabello, ya sean acondicionadores, mascarillas o productos de fijación, afecta al tallo piloso, mejorando o empeorando su apariencia. “Al final, este tipo de productos no tiene un efecto negativo ni positivo sobre la salud del cuero cabelludo”, señala el dermatólogo.
Fonda nos da una serie de consejos para cuidar la salud capilar:
1- Mantener una higiene capilar adecuada.
- Lavarse el pelo con frecuencia no provoca caída: es un mito. “No es malo lavarse el pelo con frecuencia, cuanta más frecuencia, mejor”, señala el especialista. Al contrario, la acumulación de suciedad en el cuero cabelludo puede favorecer la aparición de caspa o dermatitis seborreica en aquellas personas predispuestas, lo que sí puede acentuar la caída.
- Si tienes el pelo graso, es aún más recomendable lavarlo con frecuencia. “Cuanto más graso tengas el cuero cabelludo, tienes más predisposición a generar escamas, sebo, que es lo que se produce en las glándulas y por lo tanto necesitas una frecuencia de limpieza mayor”, explica Pablo Fonda.
- La recomendación es mantener una higiene adecuada con un champú dermoprotector y respetuoso con el pH del cuero cabelludo.
2- Usar fotoprotección capilar.
3- No abusar del uso de planchas y secadores, ya que puede ocasionar o empeorar enfermedades. Esto ocurre, sobre todo, en determinados grupos poblacionales, como las mujeres afroamericanas que abusan de estos procedimientos con calor, causando “alopecia cicatricial central centrífuga”, explica el experto.
4- No utilizar peinados lesivos como coletas muy tensas, pues podría causar “alopecia traccional” al tensar en exceso la zona frontal y temporal del cuero cabelludo. “En estados iniciales puede ser reversible, pero ya en estados avanzados es muy difícil de recuperar la zona afectada”, revela Fonda.
Dieta y suplementos vitamínicos
Aunque, como destaca el experto, “a priori no tiene una influencia decisiva sobre la salud capilar”, los dermatólogos recomiendan tener “una dieta variada, rica en oligoelementos y vitaminas”.
En concreto, hay ciertos nutrientes que contribuyen a la fortaleza del pelo:
- Zinc. Mineral que participa en la producción de queratina.
- Biotina. Vitamina que participa en la producción de queratina.
- Cistina. Aminoácido precursor de la queratina.
Los suplementos vitamínicos para el cabello no son fármacos, pero son “productos sanitarios que requieren cierta vigilancia o cierto seguimiento por parte del profesional sanitario”, advierte el dermatólogo.
Las vitaminas se dividen en:
- Hidrosolubles, como las del complejo B o la vitamina C. En un principio, no hay problema por “tomar demasiada dosis porque se eliminan por la orina”.
- Liposolubles, como la vitamina A, D o E. Si se toman en exceso, “pueden provocar toxicidad”.
El experto añade que la biotina, cuando se toma como suplemento, puede alterar las analíticas de sangre.
Por ello, insiste, es importante informar al médico “para que no se cometan errores en la valoración y en el manejo de pacientes que estén bajo suplementos, de cara a evitar posibles errores o posibles prescripciones que no sean correctas”.
Factores hormonales
En hombres, el factor que más influye respecto a la salud capilar es la testosterona.
En mujeres, hay etapas que determinan una mejor o peor salud capilar:
- Aunque el periodo de la menstruación no es tan relevante, en algunos casos con mucho sangrado y pérdida de hierro, “puede producirse caída de pelo puntual”.
- Durante el embarazo “se describe, aunque no es ni mucho menos universal, una mejoría en la salud capilar”.
- Por el contrario, en la menopausia, suele haber “una regresión de la calidad del pelo, de la salud capilar”. En esta etapa “el influjo hormonal es diferente”, entre otras cosas, “hay menor protección de los estrógenos”, señala el experto de la AEDV.