El ministro de Interior, Rogelio Frigerio, recibió a funcionarios de todas las provincias para empezar la discusión del cambio de sistema. «El objetivo es que en 2017 votemos distinto en la Argentina», dijo
El gobierno de Mauricio Macri dio el puntapié inicial a las conversaciones para reformar el sistema electoral. Esta mañana, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y el secretario Asuntos Políticos y Fortalecimiento Institucional de la Nación, Adrián Pérez, recibieron en Casa Rosada a funcionarios de las provincias para presentar los tres ejes de su propuesta y escuchar sus sugerencias.
La reunión fue la primera de una serie de encuentros que mantendrán con distintos sectores de la sociedad para avanzar en un proyecto de consenso. «Fue muy positiva, con una asistencia completa y sobre todo con mucho contenido, muchas coincidencias respecto a la necesidad de salir de este sistema de boleta múltiple hacia uno de boleta única que garantice al elector que lo que quiere elegir va a estar en el cuarto oscuro. También con la aplicación de las nuevas tecnologías», sostuvo Pérez, al término del encuentro.
Tres fueron los ejes llevados al encuentro: el reemplazo del sistema de boletas partidarias por un sistema de boleta única (ya sea electrónica o de papel); la simplificación del cronograma electoral y la creación de un ente electoral autónomo.
«Este es un buen marco para empezar a debatir y dialogar. El objetivo claro es que en 2017 votemos distinto en la Argentina”, remarcó Frigerio al inicio del cónclave. “Es importante lograr una reforma política, modernizar la forma en que votamos, transparentar los procesos para darle a la gente la tranquilidad de que el día que vota se respeta esa voluntad popular”, añadió.
El jueves de la semana que viene Frigerio y Pérez recibirán a representantes de los principales partidos políticos del país. Luego será el turno de los delegados de la Justicia y dirigentes de distintas organizaciones no gubernamentales.
En principio, la intención del gobierno nacional es que el primer borrador del proyecto de ley pueda ser enviado al Congreso entre marzo y abril. Cambiemos no tendrá fácil su aprobación. Como toda reforma electoral, su proyecto necesita de una mayoría especial para que el Congreso lo convierta en ley. Eso significa que requerirá del apoyo de al menos 129 diputados y 37 senadores para conseguir sancionarla.