Vivimos tiempos de destrucción de lo nacional, de exaltación del individualismo y ruptura de lazos sociales. Ya lo vivimos en los ´90, pero esta etapa parece ser más fiera. Sin embargo, desde los medios comunitarios persiste el optimismo de la voluntad. El encuentro como punto de partida para discutir el presente y construir el futuro.
En eso andamos y es necesario recuperar nuestra historia para apropiarnos de experiencias que ayuden a pesar la actualidad.
En FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias) solemos discutir el “Proyecto Político Comunicacional” de cada emisora, que en pocas palabras significa el para qué se construye un medio. Eso mismo hizo Mariano Moreno al fundar la Gaceta de Buenos Aires un 7 de junio de 1810. Se trataba de difundir las ideas revolucionarias y tener un medio que irradie la ideología americanista que proponía cambiarlo todo.
Moreno planteó la necesidad de edificar un Estado empresario ante la ausencia de una burguesía nacional. En su “Plan de Operaciones” proyectó una nación próspera desde las minas de Potosí al puerto de Buenos Aires. Pero fue derrotado.
Un siglo después Raúl Scalabrini Ortiz sintetizó lo ocurrido al hablar de “las dos rutas de Mayo”: una liderada por Mariano Moreno y la otra por Bernardino Rivadavia. Ganó el proyecto rivadaviano, de la burguesía comercial porteña que se subordinó al extranjero.
Ganaron los “salvajes unitarios” y Argentina se insertó en el capitalismo mundial como parte de la cadena de valor inglesa. Es decir, se hicieron ricos “con la nuestra”.
Don Arturo Jauretche lo explicó de una manera sencilla: Argentina es un país donde llueve la riqueza, pero “el país está techado y tiene dos canaletas, una que lleva la riqueza a Nueva York y otra a Londres. Este techo es el imperialismo”, enseñaba el pensador nacional, sin olvidar que “Perón no sacó el techo, no tuvo tiempo, o no pudo, o no tuvo fuerza, pero lo cierto es que le hizo un buraco tremendo y entonces el pueblo empezó a mojarse”.
Algo de esto buscamos explicar cuando hacemos periodismo en nuestros medios.
Que las corporaciones extranjeras subfacturan exportaciones y sobrefacturan importaciones. Que hacen uso del contrabando, que fugan las riquezas…
Esto es, denunciar el colonialismo que nos empobrece, que obtura el desarrollo nacional, que nos deja sin trabajo por la apertura aduanera.
Es la comunicación producida desde el pueblo, desde las comunidades, la que tiene el rol de continuar con ese pensamiento nacional, de liberación social, que representaron los cuadernos de FORJA y el Periódico de la CGT de los Argentinos, por poner algunos ejemplos.
Allí radica nuestra tradición, como también las emisoras de la América revolucionaria, de Sierra Maestra, de las comunidades eclesiales de base…
Por eso, en este 2025 lleno de pesimismo, es fundamental recuperar todas las certezas que fundaron cada medio a lo largo y ancho de la Patria. Cada radio comunitaria es un pedazo de soberanía para disputar la recuperación de lo que nos han robado y lo que quieren saquear.
De Malvinas a la Antártida andan los Piratas proyectando apropiarse con la mitad de nuestro territorio. En Tierra del Fuego los yanquis promueven despoblar para dominar. La cordillera de los Andes es codiciada por multinacionales vinculadas a los británicos… Para colmo, las corporaciones exigen que el Estado haga la obra pública para que su extracción de nuestros recursos sea aún más rentable.
Ante este escenario, urge una respuesta nacional. Si la dirigencia política no despierta, nuestro pueblo deberá defenderse y allí estarán nuestros medios como herramientas al servicio de la pelea.
Como Moreno en 1810, como FORJA en la década infame o Rodolfo Walsh en la Resistencia, nos toca hacer frente una época crítica.
Tenemos mucho a favor, la historia larga y corta de nuestra comunicación como organizaciones populares. Siempre, con el optimismo y la convicción de “dar testimonio en tiempos difíciles”.
(*) Radio Gráfica de Buenos Aires, integrante de la Mesa Nacional de FARCO
Ilustración: Sebastián Maissa