La superficie sembrada que se encuentra bajo condición de sequía severa – que implica una marcada falta de humedad en los suelos y el ambiente y la pérdida casi total de lo implantado- casi se triplicó en los últimos meses al sumar un total de 22,9 millones de hectáreas, concentradas mayormente en el área agrícola central del país, según el último informe elaborado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías.Ante la falta de precipitaciones, el área con sequía severa se extendió desde las 7.166.428 hectáreas registradas en septiembre a 22.935.713 hectáreas en octubre, con foco en el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Entre Ríos, centro-sur de Santa Fe y noreste de San Luis.
Así, el crecimiento de la superficie que se encuentra bajo condición extrema fue de 15,8 millones de hectáreas en solo un mes; mientras que la extensión total bajo condición de sequía avanzó de 22,3 millones de hectáreas a un total de 163,6 millones en el mismo período.
En su último informe, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías,-integrada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Servicio Meteorológico Nacional y demás organismos nacionales y académicos- detalló que 78 partidos bonaerenses, 17 de Córdoba, 13 de Santa Fe, nueve de Entre Ríos y ocho de San Luis se encuentran bajo condiciones de sequía severa.
Esto se da en un contexto en el que persisten «las condiciones de déficit hídrico en la región central del país», en especial en la denominada zona productiva nucleo que comprende al norte de Buenos Aires y el sur de Córdoba y Santa Fe.
De cara al futuro el dato a tener en cuenta es que durante el último fin de semana se registraron eventos de lluvia locales, que favorecieron el almacenaje de agua en suelo, algo que hasta el momento no alcanza para revertir las condiciones de sequía.
En cuanto a la humedad en los suelos, el trabajo señaló que «se observan valores bajos de humedad del suelo e insuficiente para la demanda de aquellos maíces que fueron sembrados en el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y oeste de Entre Ríos».
Todo esto generó el «retraso en fechas de siembra, fuerte impacto en ganadería, con descarga de campos, ventas de vientres y suplementación».
Por su parte, el último informe sobre estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) señaló que si bien durante la semana se logró un avance en las labores de siembra de soja de 9,6 puntos porcentuales (pp), el retraso en la implantación de la oleaginosa es de algo más de 17 pp respecto a la campaña anterior.
De hecho, en algunas zonas como el núcleo sur o el centro-este de Entre Ríos, ese retraso escala a los 33,5 y 37,2 pp respectivamente, lo que podría tener considerables efectos en los potenciales rendimientos del cultivo.
A la fecha, las labores de implantación de la soja se posicionó en el 29,1% de las 16,7 millones de hectáreas previstas para el cultivo.
Por el lado del maíz, los avances de las sembradoras son casi nulos, con progresos semanales de 1,6 pp hasta cubrir el 25,4% de las 7,3 millones de hectáreas estipuladas.
No obstante, el cultivo más golpeado por esta sequía, que en algunos sectores puntuales de la zona centro se tradujo en la falta de lluvias importantes desde abril de este año, es el trigo, que de no mediar nuevos recortes, la producción caerá 45% respecto a la campaña pasada al pasar de 22,4 a 12,4 millones de toneladas.
Respecto a las posibilidades de que se concreten lluvias durante las próxima semana, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías proyectó precipitaciones por debajo de lo normal, mientras que en la segunda semana «predominan los valores normales», con temperaturas también por encima de la media.
Por último, en el área afectada con condiciones de sequía severa se espera para el próximo trimestre mayor probabilidad de ocurrencia de lluvias, aunque todavía por debajo de lo normal para la época y con temperaturas superiores a la media.