Capacitadores de la Escuela de Mecatrónica Aplicada fueron premiados en Innovar 2018

Recibieron el primer premio del concurso nacional de innovaciones por crear un aparato de tamaño similar a una caja de zapatos que se instala en las vías ferroviarias para prevenir accidentes y para que, en caso de que sucedan, sean fácilmente reparables.

El equipo de investigación galardonado se desempeña en la Facultad de Ciencias Exactas y Agrimensura (FACENA) y concretamente se encargan del control de calidad del software del protector de barreras ferroviarias para hacerlas más seguras. Emanuel Irrázabal, responsable de la Escuela de Mecatrónica Aplicada (EMAC) por FACENA, integra el grupo premiado y tras la premiación visitó el Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio y adelantó que el desafío que se plantean desde la EMAC es aplicar el conocimiento en sistemas críticos a industrias locales.

Irrázabal explicó que, en concreto, el prototipo premiado posibilitará que “en vez de cambiar todas las barreras ferroviarias del Gran Buenos Aires, se pueda simplemente agregar esta motorización para hacerlas más seguras”. A su vez, en caso de que se rompan, el aparato posibilita que sea “fácilmente reparable”.

Su potencialidad reside en que, además de simplificar la tarea, reduce costos. Tras dos años de trabajo de investigación, ahora proyectan una nueva etapa de verificación de su funcionamiento en base a normativas internacionales para “pasar de prototipo a producto final”.

En representación del equipo contó que trabajan específicamente en la generación de sistemas críticos a través de softwares que pueden aplicarse en diferentes niveles: industriales, urbanísticos, constructivos y otros.

Es desde este lugar donde asegura que producen conocimiento que se podrá derramar en beneficio de la región: “La idea es aplicar estos avances en otro nivel, a la parte industrial, porque los principios básicos son los mismos”.

La Escuela de Mecatrónica Aplicada surgió tras un convenio entre la Unne y el Ministerio de Industria y es un espacio para formar capital humano capacitado para desarrollar este tipo de conocimiento complejo.

“Desde la Facultad junto al Ministerio venimos trabajando en este sentido. Parte de los profesores de la EMAC forman parte del grupo de investigación donde desarrollamos los sistemas críticos”, contó Irrázabal.

El salto de calidad estará dado por la capacidad de gestar soluciones para el sector industrial de Corrientes. Esta tarea significa un reto para el equipo “porque el sector industrial tiene necesidades más complejas que otros sectores, especialmente en el tiempo de reparación; la disponibilidad; y la necesidad de contar con construcciones fiables”.

La primera cohorte de la Escuela de Mecatrónica Aplicada promete ser el puntapié de nuevos especialistas en sistemas críticos que, en sinergia con el sector industrial, produzca un “efecto multiplicador”.

“Buscamos que en la región se apuntale básicamente a las personas para mantener tecnología competitiva tanto a nivel nacional e internacional”, y lo más importante, cerró Irrázabal: “que se produzca en la región y que se aplique a la industria”.

Sobre la EMAC

Se trata de la primera experiencia en su tipo en la provincia y apunta a introducir la tecnología para beneficio de los procesos industriales. La mecatrónica consiste en el uso integral de la mecánica, la electrónica y la informática para el desarrollo de proyectos industriales innovadores que beneficiarán al sector industrial de la provincia.

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