Desde hace cuatro décadas, alumnos y alumnas de la escuela Normal superior N° 2 Mariano Acosta, hacen un viaje solidario a localidades aisladas en el norte argentino para proveer de elementos de estudio, alimentos, realizar actividades conjuntas e intercambiar experiencias con sus pares.En el marco del “proyecto Maliman y Huaco”, ambas localidades sanjuaninas recibirían la visita anual. Para dicho viaje, los alumnos recolectan fondos y disponen de un tiempo asignado dentro del calendario escolar. Pero esta semana, supieron que el ministerio de Acuña no facilitará el micro de traslado con los seguros correspondientes (las colectas, kermesse y actividades ad hoc organizadas por los chicos y chicas solventan los demás costos del viaje) ni autorizará los días del calendario escolar para su concreción. Tampoco se justificarían las ausencias de docentes y alumnos en el aula, con lo cual el viaje se hace imposible.
Valentina, alumna del Mariano Acosta contó a Télam que “El viaje comenzó, hace 40 años, como un proyecto de donaciones y de ayuda a los pueblos de Maliman y Huaco, pero a lo largo del tiempo el proyecto fue cambiando: hoy lo que nosotros proponemos hacer es un intercambio cultural con les chiques de San Juan, tanto elles como nosotres tenemos realidades distintas, y este viaje sirve para unirlas y poder compartir experiencias únicas”.
Por su parte, Fidel, del mismo colegio, agregó “El proyecto lleva donaciones a esos colegios, estas se juntan con el esfuerzo de todes les estudiantes, profesores, ex alumes, etc. Llevamos comida, ropa, libros, juegos, electrodomésticos, etc. Estás donaciones son fruto de una comunidad educativa activa, presente, y organizada, pero sobre todo, es el amor que tenemos hacía este proyecto histórico que realiza el Acosta”.
Por último, de todos modos, aclara Fidel, «igualmente vamos a enviar las donaciones a sus respectivos lugares».
La represalia contra las tomas: Ni viajes solidarios ni exámenes especializados
La comunidad educativa interpreta esto como una represalia por las recientes tomas de escuelas que abarcaron a veinte establecimientos gestionados por la Ciudad. La sospecha no es caprichosa: otro escenario de privación se dio en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberger.En el caso de la escuela palermitana conocida como el “Lengüitas” la represalia fue más específica: a dos alumnas de quinto año que tenían pendientes exámenes oficiales de inglés del nivel C1 Advanced (C.A.E) con certificado oficial otorgado por la Universidad de Cambridge, regularmente pagados por Educación, dicho ministerio les negó puntualmente ese pago.
La situación referida en el Lengüitas pudo haber sido un mero error administrativo, pero una particularidad indica lo contrario: las chicas a las que se les negó el pago de esa evaluación habían adherido a la toma que llevó adelante el colegio en septiembre pasado.
La única explicación oficial del colegio sobre el tema llegó a los padres por mail: “La decisión sobre el pago del examen CAE dejando exceptuadas a dos estudiantes es una decisión ministerial. El vice rectorado de la escuela fue quien recibió las indicaciones” dice textualmente la notificación, sin dar más razones.
El episodio del Lengüitas tuvo un feliz final solidario: los padres organizados reunieron en una colecta los fondos para solventar los exámenes cuestión. Esto, de hecho, reforzó la propia solidaridad durante las tomas y los vínculos de la comunidad escolar.
Desde la perspectiva de padres y alumnos, ambos ejemplos revelan el espíritu “aleccionador” que el Gobierno de la Ciudad busca aplicar a quienes reclaman derechos legítimos. Acciones que se suman a las intimidaciones por vías judiciales contra padres de alumnos que participaron en tomas donde se reclamaba por presupuesto edilicio y pasantías obligatorias gratuitas a menores de edad, prohibidas por ley.