El Concejo Deliberante de la Ciudad Capital dio un paso fundamental en la preservación de la biodiversidad al aprobar la reforma al Código de Convivencia,
incorporando un nuevo capítulo sobre «Faltas contra Agentes Polinizadores». Este cambio, propuesto por las concejales de la Coalición Cívica Ari, Sandra Olivera y Gabriela Gauna, busca proteger a las abejas, mariposas y colibríes, esenciales para los ecosistemas y la producción de alimentos. En un contexto de creciente amenaza para estos agentes polinizadores, debido al uso de pesticidas, la deforestación y el cambio climático, la ordenanza impone sanciones severas para quienes destruyan o dañen sus hábitats, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y el respeto por la naturaleza. «Los agentes polinizadores, como las abejas, mariposas y colibríes, desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas al facilitar la reproducción de diversas plantas, lo que contribuye a la diversidad biológica y a la producción de alimentos por lo que, nuestro país, al ser signatario de diversos acuerdos internacionales, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Acuerdo de París, asumió un compromiso firme con la preservación del ambiente y la protección de la biodiversidad», dijo la concejal Sandra Olivera a la hora de defender el proyecto. «La disminución de poblaciones de polinizadores, consecuencia de actividades humanas como el uso excesivo de pesticidas, la deforestación y el cambio climático, representa una amenaza no solo para la flora autóctona, sino también para la seguridad alimentaria y el sustento de muchas comunidades», explicó la concejal Gabriela Gauna. Por lo que, la conservación de los hábitats naturales y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles son esenciales para proteger a los polinizadores, permitirá asegurar la salud de nuestros ecosistemas y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. «Por lo tanto, es imperativo fortalecer las políticas públicas que promuevan la protección de los agentes polinizadores, alineando estas acciones con los compromisos internacionales asumidos por la República Argentina en materia de conservación y sostenibilidad ambiental», dijo Olivera. Para ellos propusieron algunas modificaciones a la ordenanza vigente. Una de ellas es que; el que destruyere, dañare o perturbare intencionadamente nidos, panales y hábitats de agentes polinizadores, será sancionado con: Multa desde cien (100) U.M. hasta doscientas (200) U.M. También podría sufrir el secuestro de los objetos utilizados para la destrucción, daño o perturbación El retiro de panales o nidos, será la última opción a la que deba recurrirse. En caso de los panales o nidos que se encuentren dentro de las propiedades de los vecinos, el retiro deberá realizarse con expresa autorización de la Secretaría de Ambiente, o la que en un futuro la reemplace.