El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador cifró en más de 2,6 millones los votos obtenidos por el presidente Nayib Bukele, candidato del partido oficialista Nuevas Ideas (NI), en las elecciones del domingo pasado, según datos publicados este jueves con el 96 % de las actas escrutadas.Muy por detrás quedó el izquierdista Manuel Flores, aspirante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que recibía 198.489 votos, muy cerca pero por delante de los 171.867 apoyos de la derechista Alianza Republicana Nacionales (Arena), recogió la agencia de noticias Europa Press.
Flores anunció el miércoles que buscará con otros partidos de oposición la anulación de las elecciones legislativas que también se realizaron el domingo.
Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que continúa desde entonces, sin que haya visos de que termine
Flores precisó que van a solicitar que sean repetidas el 3 de marzo, para cuando están programados los comicios municipales y para el Parlamento Centroamericano (Parlacen).»Sepan que, en nuestro país, las cosas no están bien, porque han manipulado todo el sistema electoral», afirmó Flores en declaraciones a periodistas en un hotel capitalino donde sesiona el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
No informó cuándo presentarán ese pedido, pero adelantó que tenían programada una reunión con los demás partidos para analizar el asunto.
Otros tres partidos opositores no descartaron la posibilidad de hacer lo propio, aduciendo fallas en los sistemas de transmisión de datos y en la custodia de los paquetes electorales con los votos.
Jueces del TSE rechazaron los pedidos de anular las elecciones y dijeron que tal decisión no se justifica.
El TSE anunció el lunes que iniciaba el escrutinio final de las elecciones del domingo y dijo que durante el trámite reabriría todas las urnas de la elección para diputados para el conteo «papeleta por papeleta», así como de 29% de las correspondientes a la presidencial, en la cual el sistema logró transmitir 70,25% de las actas.
Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que continúa desde entonces, sin que haya visos de que termine.
La estrategia logró que unos 74.000 presuntos delincuentes fueran detenidos, el desmantelamiento de las pandillas e índices de homicidios de los más bajos de América Latina, pero también cosechó críticas por la ausencia de derechos fundamentales, como el de expresión y organización.
El secretario general de la ONU, António Guterres, al ser preguntado durante una rueda de prensa sobre el creciente apoyo al modelo de Bukele en El Salvador, dijo que cree que «hay una tendencia generalizada» del aumento del populismo y la polarización «no solamente en el continente americano».