De la conversación participaron, además, el jefe del gabinete, Alberto Otárola; la canciller, Ana Gervasi, y el secretario general y el vocero del partido de Fujimori, Luis Galarreta y Miguel Torres, respectivamente.
La hija del expresidente Alberto Fujimori dirige el partido Fuerza Popular (FP), que tiene la bancada más numerosa en el Congreso unicameral, con 24 legisladores sobre 130 bancas totales.
Keiko Fujimori perdió ajustadamente en segunda vuelta las tres últimas elecciones presidenciales, en 2011, 2016 y 2021, y ratificó que no tiene pensado postularse nuevamente, como ya lo había dicho en varias ocasiones en los últimos meses.
“En un adelanto de elecciones yo no voy a ser candidata presidencial; lo que no puede ocurrir es que no se encuentre una salida; hago una invocación a los partidos políticos para adelantar las elecciones”, declaró, según el diario La República.
Antes de encontrarse con Fujimori, Boluarte -también junto a Otárola y Gervasi- recibió a dos dirigentes del partido conservador Somos Perú, que tiene seis congresistas y cuya presidenta, Patricia Li, participó de la conversación de manera remota.
Uno de esos dirigentes, el legislador José Jerí, afirmó luego de la reunión que Somos Perú seguirá “apostando” a que las elecciones generales se celebren “lo más pronto posible” porque “es la salida más adecuada”, según la agencia de noticias Andina.
El adelanto a 2023 o 2024 de los comicios previstos para 2026 es uno de los reclamos de la mayoría de la opinión pública y de los manifestantes que realizan protestas cotidianas desde el 7 de diciembre pasado, junto a la renuncia de Boluarte.
Sin embargo, el Congreso desechó en las últimas semanas más de media docena de iniciativas destinadas a anticipar las elecciones.
Jerí dijo además que la jefa del Estado les aseguró que no piensa renunciar, por lo que le pidieron que “gobierne y desarrolle acciones como convocar al Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec), a fin de articular acciones y combatir la inseguridad”.
Perú vive una ola de protestas antigubernamentales desde el 7 de diciembre, cuando el Congreso destituyó al presidente Pedro Castillo después de que este anunciara la disolución del parlamento y la formación de un gobierno excepcional con supresión de garantías constitucionales.
En esas protestas murieron 49 personas (48 civiles y un policía) en enfrentamientos y otras 11 como consecuencia de los cortes de rutas, y al menos 1.298 personas (entre ellas, 333 policías y seis militares) resultaron heridas, según el último balance de la Defensoría del Pueblo, publicado esta tarde.
En ese contexto, el gobierno anunció el martes que Boluarte “convocó a los líderes de los partidos políticos para abordar la crisis política y social que atraviesa el país, así como la situación de Perú en el contexto internacional, con la finalidad de propiciar un espacio de diálogo y consenso”.