La ONU dijo que intervención rusa en Ucrania es una «afrenta a la conciencia colectiva» del mundo
La invasión de Rusia a Ucrania supone una «afrenta a nuestra conciencia colectiva», afirmó este miércoles el secretario general de la ONU, António Guterres, en la apertura de una sesión de la Asamblea General con motivo del primer aniversario del conflicto, en la que Kiev y sus aliados esperan el apoyo masivo a una resolución que pide una «paz justa y duradera».
«El primer aniversario de la invasión de Ucrania por Rusia representa un sombrío hito para el pueblo ucraniano y para la comunidad internacional; esta invasión es una afrenta a nuestra conciencia colectiva», declaró Guterres, quien advirtió su temor a un recrudecimiento del conflicto armado, según la agencia de noticias AFP.
«Las posibles consecuencias de la escalada del conflicto son un peligro claro y ya están ahí», señaló, el jefe de la ONU y recordó una vez más los riesgos relacionados con las «amenazas implícitas» del recurso a las armas nucleares y actividades militares «irresponsables» en torno a centrales nucleares.
«Ya es hora de alejarse de este abismo», urgió Guterres.
Mañana, un día antes de que se cumpla el primer año de la invasión rusa a Ucrania, se prevé la votación de una nueva resolución que «subraya la necesidad de lograr lo antes posible una paz global, justa y duradera en Ucrania de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas».
Al igual que las resoluciones precedentes, el texto reafirma el «apego» a «la integridad territorial de Ucrania», «exige» la retirada inmediata de las fuerzas rusas y pide un «cese de hostilidades».
Sin embargo, no hace referencia al plan de paz de 10 puntos presentado en noviembre por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Ucrania optó por desistir de dicho plan para tratar de lograr el mayor número de votos posible, según fuentes diplomáticas. Al menos tantos como en octubre, cuando 143 países votaron a favor de la resolución que condenaba las anexiones de varios territorios ucranianos por Rusia.
Un año después de la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero, la instancia también enviará un mensaje a Rusia de que «no puede lograr sus objetivos por la fuerza», agregó, esperando que si Moscú «se siente realmente aislado, en algún momento será demasiada presión para resistir».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió ayer durante su discurso anual al parlamento que proseguirá «sistemáticamente» su ofensiva en Ucrania, en un discurso con reminiscencias antioccidentales de la época de la Guerra Fría.
En la Asamblea General, su embajador ante la ONU, Vassili Nebenzia, arremetió contra Occidente.
«En su deseo de infligir una derrota a Rusia de cualquier forma posible, (los occidentales) pueden sacrificar no solo a Ucrania, sino que también están dispuestos a arrastrar al mundo entero al abismo de la guerra», advirtió el diplomático.
Esta guerra no es una cuestión «del Oeste contra Rusia», dijo por su parte el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell. «Esta guerra ilegal afecta a todo el mundo: el Norte, el Sur, el Este y el Oeste», recordó.
En este contexto, China, que como India se abstuvo en votaciones precedentes sobre Ucrania, dijo querer presentar una propuesta para encontrar una «solución política» a la guerra. Una visión presentada a Rusia el miércoles por el jefe de la diplomacia china, según Moscú.
El proyecto de resolución pide asimismo «iniciar diligencias» a nivel nacional e internacional contra los autores de los crímenes perpetrados en Ucrania para que «respondan de sus actos».
Pero no hace referencia específicamente a un tribunal especial reclamado por Kiev para juzgar a los responsables de la agresión rusa, como reiteró hoy la primera dama ucraniana Olena Zelenska.
«No somos los únicos que lo necesitamos, es para todo el mundo. Para que no se vuelva a producir», declaró en un vídeo difundido en un encuentro especial en la ONU sobre las violaciones de los derechos humanos en su país.
Las tres resoluciones vinculadas a la agresión rusa votadas por la Asamblea General desde hace un año recibieron entre 140 y 143 votos a favor, con cinco países sistemáticamente en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y menos de 40 abstenciones.
Una cuarta un poco diferente, en abril, que suspendió a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, fue menos consensuada, con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.