De izq a Dcha. Lic. Eliana Rumesilda Alegre; dra Ángeles Gómez Muñoz; Ivanna Stephania Wilkowski y la dra Francisca Milano.
Una becaria de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, inició un trabajo de investigación para obtener nuevos conocimientos que ayuden a comprender un problema sanitario invisible pero potencialmente peligroso: la presencia de unos parásitos intestinales unicelulares (protozoos) en roedores que conviven con humanos.
Ivanna Stephania Wilkowski, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), se encuentra estudiando parásitos microscópicos que habitan el intestino de ratas y ratones urbanos. Su investigación, desarrollada bajo el título «Estudio de protozoos intestinales de importancia sanitaria en roedores sinantrópicos de dos ciudades capitales del Nordeste argentino», ampliará la información que se tiene sobre esos microorganismos presentes en roedores de la zona.
El trabajo cuenta con la orientación y el asesoramiento de la doctora Ángeles Gómez Muñoz; la co-dirección de la doctora Francisca Milano y la sub dirección de la licenciada Eliana Rumesilda Alegre. Las tres profesionales integran el Grupo de Investigación «Biología de Vectores y Parásitos» de la FaCENA.
«Los roedores son reconocidos mundialmente como reservorios y dispersores de diversas parasitosis», explica la doctora Gómez Muñoz. «Pero mientras se conoce mucho sobre los helmintos en roedores de nuestra región, la información sobre protozoos es prácticamente inexistente».
Trampas. Los roedores serán capturados mediante el uso de trampas, durante cinco días consecutivos en estación fría (abril a octubre) y cálida (noviembre a marzo).
Este bache en el conocimiento científico es precisamente lo que la becaria pretende empezar a llenar. Su estudio se centra en tres protozoos de importancia zoonótica: Giardia spp., Blastocystis sp. y Cryptosporidium spp., microorganismos que pueden transmitirse entre animales y humanos, provocando cuadros intestinales desde leves hasta potencialmente graves.
En Buenos Aires, investigaciones previas han detectado Cryptosporidium spp. en el 25% de las muestras fecales de roedores urbanos, y tanto Giardia como Cryptosporidium en ratas noruegas (Rattus norvegicus). Sin embargo, en el Nordeste argentino, este territorio permanece inexplorado.
El trabajo de campo no es sencillo. Wilkowski recorre barrios periféricos de Corrientes y Resistencia, donde las condiciones crean el escenario perfecto para la proliferación de roedores y transmisión de enteroparásitos. En cada visita, además de recolectar muestras, se realizan encuestas detalladas sobre las condiciones de vida: acceso al agua potable, manejo de residuos, presencia de animales domésticos, e incluso prácticas de higiene personal y alimentaria.
Su hipótesis principal postula que la diversidad de protozoos parásitos en ratas y ratones urbanos (Rattus rattus y Mus musculus) está subestimada, especialmente en zonas vulnerables. Además, plantea que la presencia de estos microorganismos esté directamente relacionada con variables ambientales específicas.
El estudio de Wilkowski se realiza en el marco de un proyecto mayor sobre Toxoplasma gondii en roedores urbanos, aprovechando vinculaciones logísticas y metodológicas que potencian ambas investigaciones.
La becaria recorre barrios periféricos de Corrientes y Resistencia, donde las condiciones crean el escenario perfecto para la proliferación de roedores y transmisión de enteroparásitos.
El impacto de este trabajo trasciende el ámbito académico. Sus hallazgos podrían utilizarse para formular políticas públicas de saneamiento ambiental y control de plagas, además de estrategias educativas para prevenir la transmisión de estas parasitosis.
«Nuestro trabajo busca aportar conocimiento científico sólido para mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades», expresó la doctora Gómez Muñoz. En ese sentido ratificó la importancia de la investigación de la becaria «ya que ampliará los conocimientos que se tienen en la región sobre los parásitos de roedores y su rol como transmisores de organismos protozoos zoonóticos».