Ayudado por senadores «con peluca» Milei llega protegido a la apertura de sesiones


El próximo sábado, cerca de las 21, el presidente Javier Milei volverá a hablar ante una Asamblea Legislativa. Esta vez será para inaugurar el período 143 de sesiones ordinarias del Congreso, después de un período de extraordinarias que cerró con resultados positivos para el Ejecutivo. En un mes del receso de verano, las dos cámaras sancionaron la suspensión de las PASO para este año, una reforma del Código Penal que endurece las penas por reincidencia y la legalización del juicio en ausencia. Quedó afuera la designación del juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte, pero de los siete temas para extraordinarias, el oficialismo consiguió el objetivo planteado: suspender las primarias nacionales y sacar del calendario la visita a las urnas del 3 de agosto.

La única sesión que tuvo el Senado este jueves aumentó el alivio para un Gobierno que transita la peor crisis desde que Milei llegó a la Casa Rosada. El presidente pudo arribar a los Estados Unidos y mostrarse como un fan de Elon Musk, sin que la gira sea empañada por la aprobación de una comisión investigadora del criptoescándalo en el Senado. Era la única posibilidad de que el tema se metiera en la agenda que tenía Milei en Estados Unidos, pero la sangre no llegó al río, y el presidente pudo reunirse con su par norteamericano Donald Trump por unos minutos sin la sombra de una investigación del Congreso en su contra. Al menos por ahora.

El intento de constituir una comisión investigadora en el Senado fue motorizado por el radical Pablo Blanco, pero la iniciativa expuso las internas de la UCR en la Cámara Alta y también reveló hasta donde llega la relación de la Casa Rosada con los gobernadores del radicalismo. Como no estaba en el temario, el proyecto tuvo que ser votado para habilitar su tratamiento. Los impulsores del texto contaron con el respaldo del peronismo, pero cuando llegó el momento de crearla, faltó un voto. El titular del bloque, Eduardo Vischi, había firmado el proyecto junto a Blanco, votó para habilitar el tratamiento, pero después se opuso a la creación de la comisión. Entre una decisión y la otra, seis senadores radicales se opusieron. Fue en respuesta a los llamados de sus gobernadores, que estaban notablemente preocupados por no aumentar el malhumor de la Casa Rosada en un momento muy delicado.

Las consecuencias de esa votación son tan inesperadas para el radicalismo, como el criptoescándalo para el Gobierno. A pesar de los costos políticos por una votación que desnudó internas incómodas para la UCR, los mandatarios radicales quedaron bien parados con Milei en un momento difícil. No se sabe qué pasará en el futuro, pero en los días más calientes, el radicalismo, aún pagando un alto costo interno, no aumentó su tensión con Milei, sino que allana el camino para tejer un acuerdo más confiable que la relación tirante que el Gobierno mantiene con el PRO.

Aunque la figura resulta incómoda para la UCR, la sesión del jueves dejó en evidencia la irrupción del puñado de senadores “con peluca”, tal como sucedió el año pasado con un grupo de diputados que abiertamente salieron a defender a Milei y prestaron sus votos para evitar que la Cámara de Diputados insistiera con dos iniciativas vetadas por el Presidente. Desde que el radicalismo no pudo ordenar a su tropa en la Cámara Baja comenzó una dinámica dentro del partido que tiene como garantes a los cinco gobernadores de la UCR, enfocados en no perder sus electorados y afianzar la relación con la Casa Rosada. Todo lo contrario a la orientación de la presidencia del Comité Nacional del partido, en manos del senador porteño Martín Lousteau. «¿Qué hará ahora con los senadores que desconocieron la línea del partido? ¿Los va a sancionar como hizo el año pasado con los diputados que no quisieron defender las leyes de financiamiento universitario y de movilidad jubilatoria?», se preguntó un dirigente del partido sobre los pocos resortes que tiene la conducción para evitar un creciente acercamiento de votos a favor del Gobierno en las dos cámaras del Congreso.

Así llegará Milei a la apertura del segundo período de ordinarias de su mandato presidencial: beneficiado por los crujidos internos de los dos exprincipales socios de Juntos por el Cambio. El PRO sigue perdiendo dirigentes y legisladores por goteo a manos de LLA, mientras el expresidente Mauricio Macri profundiza su tensión con el entorno de Milei, justo cuando una parte del partido amarillo le pide que priorice la necesidad de supervivir en las elecciones del año que viene. Por el contrario, el magnate fundador del PRO tiene cada vez más coincidencias con su primo Jorge Macri. El alcalde porteño ya desdobló las elecciones porteñas de las nacionales, este viernes consiguió que la Legislatura suspenda las primarias capitalinas y ahora adelantó los comicios del 6 de julio al 18 de mayo. El menú capitalino habla de un macrismo que se prepara para competir con LLA. Pero la realidad que se vive en el Congreso va en otro sentido: cada vez son más los legisladores que insisten con explorar acuerdos con el Gobierno: desde los diputados Cristian Ritondo y Diego Santili, hasta el senador Luis Juez, que quiere ser gobernador de Córdoba con el respaldo de la Casa Rosada.

A ellos les hablará Milei cuando vuelva a pararse en un atril para abrir el período 143 de ordinarias. Sabe que tanto el PRO como la UCR pueden volver a crujir por el debate de los alineamientos con el Gobierno, pero en este año también podrá exhibir el respaldo de un sector del peronismo, especialmente por los gobernadores norteños. Junto al Frente Renovador, que conduce Sergio Massa, le ofrendaron la suspensión de las PASO con una votación dividida del panperonismo que sucedió en los dos recintos, pero no caló tan hondo como el estallido interno del radicalismo para salvar a Milei de una investigación que igualmente prosperará.

En el clima de los primeros meses del año, el oficialismo pudo afrontar la agenda del Congreso sin que se haya sancionado una ley de Presupuesto. Milei transita su segundo año de mandato sin un plan de cuentas nacionales sancionado por el Poder Legislativo, pero se disiparon los ánimos que tenía casi todo el arco opositor para cobrarle políticamente esa falta. El bloque de Unión por la Patria quedó casi en soledad reclamando la necesidad de debatir el Presupuesto 2025 y es posible que sume nuevos aliados en la medida que la frazada corta del Gobierno con las provincias se siga acortando en pleno año electoral.

El arranque del período de ordinarias liberará las ofensivas opositoras dentro del Congreso, incluso las que sean tuteladas por el oficialismo para que se desinflen rápido. En Diputados volverán los emplazamientos desde el recinto a distintas comisiones para que avancen con los temas que dejaron dormir. El Presupuesto 2025 es uno de los temas que la oposición buscará forzar para su tratamiento, pero desde que estalló la criptoestafa, recrudecerán los intentos para constituir la comisión especial que el Senado no pudo aprobar este jueves. No alcanzaron los votos para llegar a las 48 voluntades necesarias que habiliten la comisión, pero fue un número alto por razones reglamentarias sobre una iniciativa que no estaba en el temario de extraordinarias. Desde el 1 de marzo el escenario será otro, porque en el Senado ya no necesitarán un número tan alto para aprobarla. En Diputados la fragmentación opositora se puede advertir en la multiplicidad de proyectos para investigar el escándalo. UxP impulsó el juicio político, un sector del radicalismo, liderado por Pablo Juliano impulsó una comisión investigadora, el otro espacio de la UCR que preside Rodrigo De Loredo sólo exigió explicaciones en un comunicado, y Encuentro Federal fue casi en el mismo sentido. Pero un pedido de sesión a partir de marzo podría obligar al presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, a realizarla. Eso abriría la posibilidad de que la oposición reúna los votos necesarios para emplazar a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, que preside el macrismo, para que trabaje al respecto. Si se cristaliza una ofensiva de ese tipo, la comisión investigadora podría ser creada dentro de una comisión que tiene 31 integrantes y ya cuenta con 17 voluntades radicales, de Encuentro Federal y de UxP para firmar un dictamen de mayoría. La activación de una instancia legislativa que investigue la criptoestafa es cuestión de tiempo, aunque el presidente respire aliviado mientras vuelve de Estados Unidos.

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