Los atragantamientos son una de las emergencias más críticas en la infancia. Junto con los ahogamientos y los golpes de calor, estos accidentes se intensifican en verano, debido al aumento de temperaturas y actividades al aire libre como playas y piscinas. Por este motivo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) lanza una guía para actuar.
Dos niños sentados en un comedor escolar/EFE/Javier Cebollada
Los atragantamientos durante la infancia suelen producirse de forma repentina, ya que surge cuando un objeto extraño bloquea las vías respiratorias.
La asfixia es una de las principales causas de mortalidad infantil, especialmente en menores de entre 1 y 5 años, debido a que en estas edades aún no se han desarrollado al completo sus habilidades de deglución. En 2023 este problema fue responsable de más de una decena de muertes en la población infantil.
La AEP nos ofrece una guía con verdades y mitos sobre los atragantamientos y recomendaciones para actuar ante estas situaciones.
Verdades sobre los atragantamientos en la infancia
- Las frutas y verduras más difíciles de tragar: La manzana y la zanahoria deben evitarse en su forma natural, ya que son demasiado duras. En su lugar deben darse hervidas, trituradas o al horno. Asimismo, los arándanos, los tomates cherry, las aceitunas o las uvas deben servirse sin hueso y cortadas en cuartos o en tiras para minimizar el riesgo de atragantamiento.
- Cuidado con algunas carnes y pescados: El jamón serrano y las carnes muy fibrosas deben evitarse o cortarse en trozos muy pequeños, sin la grasa. Las salchichas, el salchichón o el fuet deben presentarse del mismo modo. Con el pollo, el pavo o el pescado hay que asegurarse de que no haya huesos ni espinas.
- Las “chuches” y los frutos secos presentan riesgo de atragantamiento hasta los 3-6 años: Se deben ofrecer triturados.
- Ojo a los juguetes nuevos, pero también a los antiguos: Comprobar según las indicaciones del fabricante que los juguetes son adecuados para la edad del niño. Evitar que los menores de 3-5 años tengan acceso a piezas pequeñas, incluidas las pilas de botón. Poner atención a los objetos redondeados y lisos, como las canicas, que pueden bloquear la vía respiratoria.
- Aunque hayamos revisado todos los juguetes al comprarlos, debemos examinar periódicamente los antiguos juguetes por si hubiera algún desperfecto.
- Ni se juega ni se ríe en la mesa: Debemos evitar que los menores jueguen o se rían con comida en la boca, porque podría propiciar el atragantamiento.
Mitos sobre los atragantamientos en la infancia
- Meter el dedo en la boca ayuda a sacar el objeto: Si este no es visible, esta práctica no es recomendable ya que podría empujarlo más profundamente y causar lesiones.
- Soplar en la cara del niño lo ayudará: No tiene base científica y puede asustarle.
- Un atragantamiento solo ocurre al comer: También puede suceder al jugar con objetos pequeños.
- Levantar al niño por los pies ayuda a que el cuerpo extraño salga más fácilmente. Esta práctica es ineficaz y peligrosa.
- Si el niño ya ha expulsado el objeto, me puedo quedar tranquilo: Se debe acudir igualmente al hospital para descartar lesiones.
Cómo actuar ante un atragantamiento
Los pediatras de la AEP destacan las maniobras esenciales para intervenir en una situación de atragantamiento de un menor:
- Lactante o niño consciente con tos efectiva: Dejarle toser, pues la tos es un mecanismo natural para expulsar el objeto.
- Lactante o niño consciente con tos inefectiva o dificultad respiratoria: En primer lugar, pedir ayuda. Si al mirar la boca el cuerpo extraño no está accesible, realizar 5 golpes en la espalda, seguidos de 5 compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) en mayores de un año. En menores de un año, empezar también con 5 golpes en la espalda y luego 5 compresiones torácicas. Repetir el proceso hasta que respire bien.
- Lactante o niño inconsciente: Iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y contactar inmediatamente con el servicio de emergencias (112).