Un padre y su hijo fueron asesinados a balazos por un delincuente que ingresó a su predio rural de la ciudad bonaerense de Zárate y los investigadores creen que el asaltante buscaba apoderarse de una suma de dinero que las víctimas presuntamente habían cobrado de una cosecha, informaron este lunes fuentes policiales y judiciales.El hecho ocurrió el domingo, en un inmueble ubicado en una calle sin nombre del barrio El Mangrullo, un sitio de quintas para la siembra de la mencionada ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires, donde se encontraban las víctimas, identificadas como Venancio Oña (72), de nacionalidad boliviana; y su hijo Jonatan Manuel Oña (33).
Según las fuentes, todo comenzó entre las 22.30 y las 23, cuando Oña hijo estaba en un sector al aire libre del predio y fue abordado por un delincuente armado quien le exigió la entrega de dinero.
Ante esta situación, el menor de los Oña se abalanzó sobre el asaltante y se trenzó en lucha; y en medio del forcejeo, el delincuente realizó tres disparos, al menos uno de los cuales impactó en el rostro de la víctima. Toda esta situación fue advertida por la madre de Jonatan, que alertó a su marido Venencio, que se encontraba con ella en el interior de la vivienda del establecimiento.
Las fuentes señalaron que el padre del joven baleado también se resistió al asalto y recibió un disparo en el omóplato y otro en el ojo izquierdo.
Tras los disparos, el delincuente amenazó a la esposa de Venencio y también le exigió la entrega de dinero, a lo que la mujer le dijo que no tenían. En esas circunstancias, la mujer logró ponerse a resguardo, mientras que el asaltante escapó sin concretar el robo.
Luego del asalto, padre e hijo baleados fueron trasladados a bordo de una camioneta Mercedes Sprinter de un vecino al hospital Zonal de Zárate, donde finalmente los médicos confirmaron sus fallecimientos.
Si bien una fuente judicial y un investigador policial explicaron a Télam que en la escena del crimen se hallaron al menos 500 mil pesos en efectivo que se cree las víctimas habían cobrado de una reciente cosecha y que, a su vez, se estima que era lo que buscaba el asesino; Olga, hija de Venancio, dijo a esta agencia que no había dinero en el lugar.
«No había plata, si recién habíamos pagado el alquiler del predio», explicó la mujer, quien negó que hayan cobrado recientemente una cosecha por la cifra mencionada.
«Vinieron a quitarle la vida a mi papá y a mi hermano», indicó Olga. al tiempo que detalló que en el predio se dedican a la siembra de frutillas y verduras, y que en la zona hay otras quintas que hacen lo mismo, por lo que el delincuente pudo haber tenido un dato equivocado. La mujer contó, además, que en el predio residía sus padres y que ella y sus tres hermanos solían ir a ayudarlos.
«Nunca tuvimos problemas con nadie. Nos dedicamos a trabajar», añadió Olga y, entre lágrimas, concluyó: «Mi hermano era la fuerza de la familia, y mi papá la cabeza.»
Por su parte, la esposa y madre de las víctimas relató lo sucedido a los investigadores y si bien dijo que vio a un solo delincuente aclaró que no podría reconocerlo.
«Es una zona descampada y oscura, por lo que no hay otros testigos presenciales ni cámaras de seguridad», indicó a Télam un investigador, aunque aseguró que se está analizando la filmación de un salón de fiestas cercano al lugar con cruce a la ruta 9 con el fin de identificar al criminal.
Tras el hecho, un empleado del lugar fue demorado y su celular incautado para ser peritado debido a las contradicciones en su relato sobre lo sucedido, aunque los investigadores descartaron que haya participado en el hecho.
Lo ocurrido es investigado por la fiscal Andrea Palacios, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Zárate-Campana, quien caratuló la causa como “doble homicidio en ocasión de robo”, y aguardaba para las próximas horas los resultados de las autopsias a padre e hijo para confirmar cuántas heridas sufrió cada uno y que tipo de proyectiles les dispararon, entre otras cuestiones de interés para el expediente