En su última comunicación, el comandante Pedro Martín Fernández avisó que había entrado agua de mar en uno de los tanques de baterías, lo que había generado un cortocircuito y un principio de incendio en el ARA San Juan, el submarino que había zarpado el 25 de octubre desde Mar del Plata. Después de eso, todo fue silencio.
Mañana (martes) se cumplirán cinco años desde el hundimiento del buque que era parte de la flota de la Marina desde principios de la democracia. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, la Justicia federal aún no logró esclarecer si Mauricio Macri; su ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el entonces jefe de Armada, Marcelo Srur, tuvieron responsabilidad en el desenlace del submarino. Sigue aún pendiente que la Cámara Federal de Casación Penal diga si convalida la teoría de Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia de que el espionaje sobre las familias de los submarinistas fue legal porque estaba en riesgo la seguridad del presidente.
Para el tercer aniversario del hundimiento del San Juan, la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia dio una fuerte señal en la investigación. Le dijo a la jueza de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que no podía desvincular a Macri, Aguad ni Srur hasta terminar de analizar todas las evidencias. El tribunal presidido por Javier Leal de Ibarra afirmó que, por la gravedad de lo que se investigaba, el Estado argentino no podía prescindir de ninguna medida que pudiera conducir a la verdad sobre lo sucedido con los 44 marinos que conformaban la tripulación del San Juan.