Antibióticos en piscicultura: la delgada línea entre crecimiento y resistencia bacteriana


 

La Tesis Doctoral de Valeria Amable permitió determinar que la mayor proporción de bacterias resistentes se encontraba en peces de ambientes naturales.

Un estudio realizado como parte de su tesis doctoral, la médica veterinaria Valeria Amable indagó sobre los riesgos por el uso prolongado de antibióticos en la cría de peces, específicamente en el cultivo del Pacú, una de las especies más importantes de la acuicultura argentina.
La investigación, desarrollada en el Instituto de Ictiología del Nordeste y la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE),aporta nuevos conocimientos sobre la resistencia bacteriana y su potencial impacto en la salud humana, animal y medioambiental.
Durante 120 días, Amable llevó a cabo un seguimiento dividiendo 18 peceras en tres grupos: un grupo de control sin antibióticos, otro tratado con oxitetraciclina y un tercero con enrofloxacina. El objetivo era comprender cómo el uso prolongado de estos medicamentos afecta el ecosistema bacteriano intestinal de los peces.
Como metodología del estudio, cada 30 días los animales se contaban, medían y pesaban, mientras que a 3 peces de cada tratamiento les extraía el contenido intestinal para evaluar la presencia de bacterias totales y resistentes a los antibióticos en estudio.
Los resultados fueron concluyentes: el uso de antibióticos en dosis bajas incrementa significativamente la proporción de microorganismos resistentes. Como explicó la investigadora, no es que los antibióticos «generen» resistencia, sino que actúan como un filtro selectivo, favoreciendo la supervivencia de las bacterias más fuertes.

 Para Valeria Amable el objetivo de su trabajo no busca eliminar el uso de antibióticos, sino promover su aplicación racional y controlada.

Otro aporte del estudio fue la comparación entre diferentes ambientes. La doctora Amable junto a su grupo de colaboradores no solo se centró en peces de cautiverio, sino que amplió su análisis a ejemplares de vida silvestre del río Paraná y de criaderos extensivos.
«Tomamos por lo menos 3 ejemplares de Pacú de cada uno de estos entornos y se les extrajo el contenido intestinal para evaluarlo como se explicó anteriormente. De esta manera identificamos bacterias resistentes a estos antibióticos en todos los animales estudiados».
Descubrió que la mayor proporción de bacterias resistentes se encontraba en peces de ambientes naturales. Más preocupante aún: de estos ambientes extrajeron las seis cepas con mayor índice de multiresistencia, capaces de sobrevivir a múltiples antibióticos.
«Desde hace varios años, nuestro equipo de investigación estudia bacterias resistentes a antibióticos en diferentes animales silvestres, de compañía y producción. En el caso específico de los animales de producción, durante muchos años se normalizó el uso de estas drogas como factores de crecimiento, es decir, que se las administraba a los animales en dosis bajas durante períodos largos sin que exista alguna enfermedad previa y con el objetivo de que crezcan más y en menor tiempo», señaló Valeria Amable.
«Hoy se encuentra prohibido tanto este como cualquier uso indebido de los antibióticos ya que su uso favorece la aparición de bacterias resistentes a los antimicrobianos, las cuales representan un riesgo potencial para la salud humana, animal y medioambiental».

 La investigadora capturando ejemplares de criaderos extensivos y que posteriormente evaluó.

Los resultados no pretenden generar pánico, sino conciencia. Amable enfatiza que el objetivo no es eliminar el uso de antibióticos, sino promover su aplicación racional y controlada. Con respecto a esto, hay un dato aportado que es tranquilizador: los residuos de antimicrobianos aprobados se degradan rápidamente y no representan un riesgo para los consumidores cuando se usan adecuadamente.
El estudio genera un mensaje claro a productores, veterinarios y autoridades: es fundamental intensificar la vigilancia epidemiológica y la capacitación continua. La acuicultura argentina tiene un enorme potencial de crecimiento, pero debe hacerlo de manera responsable y sostenible.
La tesis doctoral de la médica veterinaria Valeria Amable no es solo un trabajo académico. Es una herramienta práctica para optimizar las prácticas de producción, protegiendo tanto la salud de los animales como la calidad de los productos que llegan a nuestra mesa.
Quedó demostrado que cada decisión en la producción animal tiene consecuencias que van mucho más allá de un simple estanque de peces. Se trata de un ecosistema delicado donde cada intervención debe ser cuidadosamente evaluada.

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