El actual mandatario de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, ganó las elecciones presidenciales del país con el 89,6% de los votos, asegurándose sin sorpresa un nuevo mandato de seis años, anunció la autoridad electoral egipcia.El jefe de ese organismo, Hazem Badawy, declaró que hubo un nivel de participación «sin precedentes» del 66,8% de un total de 67 millones de electores, de los cuales más de 39 millones votaron a Al Sisi, que dirige Egipto desde hace una década.
Como ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Egipto, Sisi lideró el golpe de Estado que destituyó a Mohamed Morsi, en respuesta a las protestas egipcias de junio de 2013.
Tras meses de enfrentamiento con los seguidores del presidente depuesto, con centenares de civiles muertos en enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, el 8 de junio de 2014 Al Sisi se convirtió en presidente constitucional de Egipto, siendo reelegido en 2018 para otro período presidencial, con el 96 % de los votos.
Ocupó el cargo de presidente de la Unión Africana entre 2019 y 2020.
Al Sisi se midió en estos comicios con tres contendientes relativamente poco conocidos: Hazem Omar, del Partido Republicano del Pueblo, que llegó segundo con 4,5% de los votos; Farid Zahran, líder del Partido Socialdemócrata Egipcio, una formación de izquierda; y Abdel Sanad Yamama, del centenario partido Wafd.
Esta victoria le asegura un tercer mandato que iniciará en abril y que, según la Constitución egipcia, debería ser el último.
Egipto, el país más poblado del mundo árabe con 106 millones de habitantes, sufre una grave crisis económica, con una inflación del 40%, una devaluación de la moneda del 50% y la eliminación de las subvenciones públicas bajo la presión del Fondo Monetario Internacional.
Dos tercios de los egipcios viven rondando el umbral de pobreza.