Diez de ellos se encuentran colgados en el puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, a más de 30 metros de altura.
A pesar de que desde noviembre de 2020 en la provincia de Chaco están suspendidos los desmontes por un fallo de la justicia provincial, la deforestación continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires.