A un año de Ni Una Menos, 275 mujeres fueron asesinadas en el país, esto es, una cada 30 horas, dejando a 317 personas sin madre, mientras que 35 varones murieron intentando salvarlas de los femicidas.
Los datos fueron aportados por el Observatorio de Femicidios Marisel Zambrano de La Casa del Encuentro, que realiza este relevamiento desde el 2008 en base a las noticias publicadas en 120 medios de todo el país, incluida la agencia Télam, que tuvo acceso a este informe que recopila los asesinatos de mujeres desde el 1 de junio del año pasado hasta el 31 de mayo último.
“Este es un balance de dolor por las muertes, que abraza a todas las familias que siguen pidiendo justicia. Este es un grito de dolor que es importante que transformemos en acción”, dijo a Télam, Ada Rico, presidenta de la ONG.
En el trágico listado hay una bebé, 11 niñas de entre 2 y 12 años y 29 adolescentes comprendidas en la franja etaria de 13 a 18. También, 9 adultas mayores.
Los femicidas utilizaron como metodología las armas en 66 crímenes; apuñalaron a 57 mujeres; las mataron a golpes a 40 de ellas, las estrangularon a otras 21 y quemaron a 20, siendo la incineración una de las formas más cruentas de matar mujeres en Argentina.
Como cada año, este noveno informe de La Casa demuestra que la vivienda sigue siendo el lugar más peligro para ellas en situación de violencia de género, ya que 171 asesinatos ocurrieron dentro de casas.
Del total de víctimas, 39 tenían denuncias judiciales, exclusión del violento y prohibición de acercamiento del maltratador.
Entre otros aportes, el informe elaborado a un año de la primera vez que la ciudadanía argentina salió a la calle multitudinariamente a repudiar los femicidios, consignó que 5 de las víctimas estaban embarazadas, 6 estaban en situación de prostitución y trata, una era originaria y que hubo 5 travesticidios.
En cuanto a características de los femicidas, 23 pertenecieron o son parte de una fuerza de seguridad y 36 se suicidaron luego de matar.
Las provincias con los índices más altos de femicidios son Buenos Aires (102), Santa Fe (23), Salta (21), Córdoba (20), Ciudad de Buenos Aires (13), Santiago del Estero (11) y Mendoza (10).
Estos números son mujeres que no están porque un hombre decidió matarlas y dejar huérfanos a 216 niños y niñas menores de edad. Por eso, la ONG insistió en el reclamo del tratamiento legislativo de una ley de pérdida automática de la responsabilidad parental del femicida condenado.
También reclamó que se avance con el ante proyecto de ley “Brisa” para otorgar un reconocimiento económico a hijas e hijos de víctimas de femicidios hasta la mayoría de edad. El nombre de la norma es el de una niña cuya mamá fue asesinada por el padre.
Además Rico pidió que se concrete el asesoramiento y asistencia jurídica a las víctimas, tanto mujeres, como niñas y niños y exhortó a los gobiernos a entregar una asignación consistente en un subsidio económico equivalente a una jubilación mínima por tres años a las mujeres en situación de violencia.
Otra de las necesidades planteadas por el profesional es el otorgamiento de una licencia por violencia de género en todos los ámbitos laborales, no menor a 20 días anuales, y su inclusión en los convenios colectivos de trabajo.
La implementación del plan nacional de protección a mujeres con un presupuesto acorde, la apertura de Oficinas de Violencia de la Corte Suprema en todo el país, el aumento de refugios, de botones antipánico para la mujer y tobilleras para controlar a los agresores y las capacitaciones en género en todos los ámbitos del Estado, son otros de los pedidos de la organización social.
“Seguimos interpelando a los distintos poderes del Estado para que multipliquen el esfuerzo y se generen aún más políticas públicas que permitan evitar los femicidios. Que acompañen a las víctimas. Que las escuchen. Que las contengan. Que este tema sea considerado un tema de agenda y prioritario”, solicitó Rico.
Mañana se realizará en Argentina la segunda edición de la marcha Ni Una Menos, que el año pasado se convirtió en un reclamo masivo contra las violencias de género. El año pasado había 275 mujeres que ya no están.