Gustavo Grabia dio el viernes pasado nuevos detalles de la investigación sobre lo ocurrido el 24 de noviembre en la esquina de Quinteros y Libertador.
A 40 días del bochorno del Superclásico de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca, la Justicia aportó nuevos datos sobre el ataque al micro del plantel visitante, ocurrido en las cercanías del Monumental, en las horas previas de lo que debió haber sido la final de vuelta.
El reconocido periodista Gustavo Grabia recogió el viernes pasado, en una investigación publicada por Infobae, las novedades de dicha investigación, a cargo de la fiscal Adriana Bellavigna.
Según el sumario de la fiscal, minutos antes de que el micro de Boca pasara por la esquina de Lidoro Quinteros y Avenida Libertador, cuatro grupos de combate de la Policía fueron desplazados hacia la zona de Figueroa Alcorta.
Como consecuencia, los pocos efectivos de Prefectura que había custodiando ese lugar quedaron desprotegidos. La orden de desplazar a los policías hacia la zona del ingreso del público local, explica Grabia, no se justifica.
El motivo de esa orden serían las corridas que se estaban produciendo en la zona donde está el portón por el que finalmente ingresó el abatido micro de Boca. Pero esos desmanes, sin embargo, no ameritaban tantos agentes para ser controlados.
La hipótesis de la negligencia policial. Según los responsables de seguridad, ni la barra oficial de River ni la disidente se encontraban en Quinteros y Libertador minutos antes de que arribe el micro de Boca.
Entonces no contaban con la posibilidad de que los “hinchas comunes” reaccionaran con tal nivel de violencia sobre el vehículo que transportaba al plantel visitante.
*442-Perfil