La autopsia confirmó que Sabrina Aylén Vega murió por inhalación de monóxido de carbono. La sangre en su rostro provino de una mordedura en la lengua durante la agonía. Creen que Oviedo la habría sedado antes de desatar el incendio y abandonar el lugar.
La joven fue encontrada sin vida cerca de las 10 de la mañana en un complejo residencial de la calle Estrada, en Puerto Deseado, luego de un incendio que los peritos consideran intencional.
La autopsia determinó que Sabrina murió por inhalación de monóxido de carbono, y que la sangre en su rostro se originó porque se mordió la lengua durante el proceso de muerte, una reacción típica ante la hipoxia severa. Los forenses señalaron que la víctima no alcanzó a pedir ayuda, lo que fortalece la sospecha de que habría sido drogada previamente.
Según la reconstrucción del hecho, el episodio habría ocurrido alrededor de las 4 de la madrugada, momento en el cual Oviedo habría tapado las hendijas de ventilación de la puerta y encendido un colchón para iniciar un foco ígneo. Debido a la falta de oxígeno, el fuego no se propagó, pero el humo generado fue suficiente para provocar la muerte de la joven. Tras iniciar el incendio, Oviedo se retiró del lugar, dejando a Sabrina inconsciente y atrapada en un ambiente colmado de gases tóxicos.
Fuentes allegadas a la Justicia indicaron a Crónica que los peritos consideran altamente probable que la víctima haya sido sedada antes del siniestro, y que los análisis toxicológicos serían clave para confirmar esta hipótesis, que refuerza el cuadro de femicidio.
Oviedo, oriundo de Caleta Olivia, había llegado días antes para visitar a la joven. La relación mantenía antecedentes conflictivos e incluso se investiga si meses atrás habría provocado otro incendio en un alojamiento distinto, aunque en esa oportunidad la víctima no se encontraba allí.
El detenido fue indagado por orden de la jueza Jésica Hernández, instancia en la que negó los hechos, aunque reconoció tener una causa previa por robo en Caleta Olivia, dato que quedó incorporado al expediente.
En redes sociales, Sabrina -madre de una niña de cuatro años- describía su relación con Oviedo como “tóxica”. Apenas tres días antes del crimen había publicado una fotografía junto a él, evidenciando la complejidad del vínculo.
La causa continúa en etapa de instrucción, a la espera de peritajes clave que permitan reconstruir con precisión el femicidio que conmociona a Puerto Deseado.
