SEQUÍA, Productores sedientos ante el desastre


Si a la sequía persistente debido a diversos factores climáticos, sumada a un mercado cada vez más reti­cente, le sumáramos la in­acción de las autoridades, estaríamos siendo llevados directamente al desastre en nuestra matriz productiva.
Observo que, luego de al­gunas medidas de emergen­cia que finalizaron en junio de 2023 en Corrientes y sólo prorrogadas en la Nación, estamos en una situación de considerar de pleno de­sastre, mientras se actúe como si ello ya hubiera pa­sado, y desde diferentes es­tamentos se dediquen sólo a mirar el avance de un pro­ceso de deterioro, azorados y sin reacción, cuando no indiferentes al drama que se avecina.
Como ex gobernador y a la vez como ciudadano y productor, veo con des­esperación esta suerte de atontamiento. 
Desde mi experiencia, es­timo que es preciso reaccio­nar y acompañar urgen­temente a los afectados, a aquellos a los que no se los contiene efecti­vamente, y determinar acciones proponiendo una salida a un creciente deterioro de su masa pro­ductiva.
No debemos ser atrapa­dos por lo superficial, por el marketing y la idea de que todo está bien, olvidando lo esencial: que la matriz pro­ductiva de la provincia está al borde del colapso.
Por los datos de la rea­lidad, que me resigno a creer que las autoridades desconozcan, hay varios factores que contribuyen a hacer caer el andamiaje de la producción como fichas de dominó: la sequía persis­tente debido a «La Niña» y el cambio climático, que por ejemplo, lleva al nacimien­to de menos terneros en el año y la pérdida segura de nuevos que implica la caída de la producción, el descen­so del consumo, agregado a los precios retrasados que no cubren lo invertido, y un mercado cada vez más retraído. Con todo ello en perspectiva, la tormenta perfecta se avecina.
Es preciso que los minis­terios y sus funcionarios, los gobiernos y sus ocupan­tes, las entidades financie­ras del Estado y sus políticas de financiamiento, las en­tidades rurales y sus accio­nes, estén a la altura de este drama. Si no reaccionan, y sólo se aferran a medidas esporádicas de emergencia, pero sin políticas serias que protejan a los productores que les ayuden a pasar este trance, los acompañen y guíen a transcurrir este pe­ríodo dentro de un plan que lo enfrente efectivamente, el desastre en el que ya esta­mos es inevitable.
Si se sigue «analizando» en reuniones que no defi­nen nada, y que más bien dilatan la agonía, mientras se continúa como si nada pasara, o que como todo «esto ya va a pasar», mien­tras miramos hundirse el Titanic, lamentaremos cuando ya sea tarde para re­tomar el rumbo. 

El solo observar unos mapas satelitales, con una diferencia de un año de diciembre a di­ciembre, nos muestra cómo la sequía contri­buye a un deterioro de todo el ecosistema, inclui­do el productivo, afectando a todas las actividades que son las riquezas de nuestra provincia: la forestación, el arroz, la ganadería, los cí­tricos, la horticultura y el tabaco, la yerba y el té, la agricultura en general, etc. 
Observo que no hay un plan para afrontar todo esto. Sólo lamentos donde se echan culpas a los otros. Una paralización reumáti­ca que llega hasta a algu­nas entidades que, sugiero, deberían plantarse ante la situación y exigir con más vehemencia una salida, del mismo modo en que se exi­ge a sus asociados. 
Pretender alzar la voz como un reclamo genuino no debe interpretarse como una actitud opositora, sino una ayuda antes de cometer errores mayores, en una so­ciedad donde todos somos constructores de un mismo edificio.
Desde la realidad más profunda de mi convicción de trabajo que todos cono­cen, expongo algo que mu­chos somos conscientes. No tenemos las herramientas políticas para afrontar esta realidad, sino sólo nuestra capacidad y voluntad de es­fuerzos en pos de la riqueza genuina de nuestra provin­cia.
No quiero pasar por ser aquel que se queja, sino por quien supo enfrentar los desafíos de la vida, tanto pública como privada, con decisión y superarlos. Algo que, espero, no les falte a quienes nos conducen.

Raúl Rolando Romero Feris

EX GOBERNADOR DE CORRIENTES



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