El país está en estado de emergencia tras los atentados de noviembre pasado en París. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que la decisión del despliegue de los policías y gendarmes se tomó durante una reunión del gabinete de crisis del gobierno.
El acceso a las zonas comunes de las infraestructuras de transporte, donde patrullas militares van a ayudar a los agentes ya desplegados, solo se permitirá a las personas con billete y/o con un documento de identidad, y se van a sistematizar las «medidas de control y de palpación», agregó el ministro.
El yihadista al que se atribuye la autoría logística de los atentados de París, Saleh Abdeslam, fue detenido el pasado viernes en Bruselas.
«Con los atentados de Bruselas, toda Europa ha sido golpeada, lo que exige que tome las disposiciones indispensables ante la gravedad de la amenaza», indicó Hollande en un comunicado difundido por el Palacio del Elíseo, la sede de la Presidencia francesa.
El jefe de Estado destacó que después de los atentados del Estado Islámico (EI) de mediados de noviembre en París Francia asumió «su parte» y «mantendrá de forma implacable la lucha contra el terrorismo, tanto a nivel internacional como interno», informó la agencia de noticias EFE.
«Debemos tomar consciencia de la amplitud y la gravedad de la amenaza. Estos ataques llegan después de otros. París se vio particularmente afectado el año pasado en enero y noviembre», dijo en una comparecencia posterior a la difusión del comunicado, donde apeló a actuar «con sangre fría, lucidez y determinación».
El presidente añadió su «total solidaridad» con la población belga y subrayó que está en «relación constante» con las autoridades de ese país para «ofrecerles todo el apoyo que necesiten en estas circunstancias dramáticas».
Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, subrayó que Francia y Europa están «en guerra» y que para afrontar la actual amenaza terrorista es necesaria una movilización de todas las instancias.
«Estamos en guerra. Europa sufre desde hace varios meses actos de guerra. Y ante esta guerra se requiere una movilización de todas las instancias», indicó al término de la reunión del gabinete de crisis en el Elíseo.
Valls añadió en su breve comparecencia ante la prensa la importancia de que todas las fuerzas de seguridad «estén particularmente movilizadas» ante esta amenaza.
En tanto, el Ministerio de Educación francés anunció que los viajes escolares con destino a Bélgica han sido anulados, y que se ha pedido a aquellos que se encuentren ya en el país que permanezcan en los establecimientos en los que estén hasta su repatriación.
Por su parte, la presidenta del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, pidió el cierre inmediato de la frontera franco-belga tras la serie de atentados en Bruselas.
«Para la seguridad de todos, es imperativo proceder al cierre inmediato de la frontera franco-belga, un cierre real y no ficticio como desde hace varias semanas, y al restablecimiento de los controles sobre el conjunto de las fronteras nacionales de nuestro país», señaló en un comunicado.
Le Pen destacó que se debe lanzar «una vasta operación policial» en el conjunto de «barrios al margen de la República y recuperar de una vez todas las armas, armas de guerra y explosivos que se encuentren».
La líder ultraderechista subrayó que en Francia también hay zonas «sin ley» como el distrito belga de Molenbeek, donde fue arrestado Abdeslam, y criticó que «el laxismo ha durado demasiado».
«Ante el fundamentalismo islamista, los franceses exigen autoridad, acción y voluntad», añadió Le Pen, que aportó su apoyo a los belgas y a los servicios movilizados en ese país tras los atentados de hoy.